Nuevos acuerdos fortalecerán la protección de áreas protegidas ante la amenaza del cambio climático
Santo Domingo.- En un nuevo paso hacia la preservación de los últimos bastiones de biodiversidad, el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Miguel Ceara Hatton, lideró la firma de tres cruciales acuerdos de comanejo para la gestión sostenible de áreas protegidas en la República Dominicana.
Estas iniciativas, centradas en la Reserva Forestal Loma Novillero, el Parque Nacional Loma Los Siete Picos y el Monumento Natural Miguel Domingo Fuerte, representan un esfuerzo concertado para frenar el deterioro ambiental y proteger los recursos naturales frente a la creciente amenaza del cambio climático.
Ceara Hatton enfatizó que estos acuerdos son un reflejo del compromiso inquebrantable del gobierno con la defensa de los ecosistemas vitales del país. “Este es un hito en nuestra misión de salvaguardar el medio ambiente. Estamos forjando alianzas estratégicas que nos permitirán enfrentar los desafíos ambientales más urgentes con una fuerza renovada”, declaró el ministro, subrayando la importancia de la colaboración entre el sector público y las organizaciones civiles en la lucha por un futuro sostenible.
Estas iniciativas, centradas en la Reserva Forestal Loma Novillero, el Parque Nacional Loma Los Siete Picos y el Monumento Natural Miguel Domingo Fuerte
La firma de los acuerdos tuvo lugar en el Salón Multiusos del Ministerio de Medio Ambiente, con la participación de destacados líderes de la sociedad civil y representantes de fundaciones dedicadas a la conservación. Estas entidades, junto con el gobierno, asumirán la responsabilidad compartida de proteger y gestionar las áreas naturales más críticas del país, asegurando que los ecosistemas sigan siendo fuentes de vida para las generaciones futuras.
Los acuerdos de comanejo no solo delinean las obligaciones de las partes involucradas, sino que también establecen un modelo de gobernanza ambiental que promueve la equidad, la transparencia y el desarrollo sostenible. Al unir esfuerzos, se busca garantizar la integridad de los recursos naturales y fomentar el bienestar de las comunidades locales que dependen de estos ecosistemas para su subsistencia.
Estas áreas protegidas, ricas en diversidad biológica y cruciales para la estabilidad ecológica de la isla, son ahora el foco de una campaña renovada por la conservación y el uso sostenible.
Desde la majestuosa Loma Novillero hasta los imponentes picos de la sierra de Yamasá, estos paisajes no solo representan el patrimonio natural del país, sino que también son esenciales para la resiliencia frente a los impactos del cambio climático.
Sobre las áreas protegidas
Reserva Forestal Loma Novillero
La Reserva Forestal Loma Novillero se sitúa próxima al norte de la ciudad de Villa Altagracia. Pertenece a la sierra de Yamasáy ocupa una porción de su extremo suroccidental. Hasta la década de los años 70, la Loma Novillero tuvo una cobertura de pastos y era utilizada mayormente para potreros pertenecientes al Ingenio Central Catarey. En la parte inicial de la década de los 80, se realizó un cambio de uso de suelos, reforestada con Pinus Caribaea, En esta Reserva Forestal se destacan tres senderos: Arroyón, Cachón y Sendero Novillero, en un rango altitudinal hasta los 700 metros sobre el nivel del mar.
Parque Nacional Loma Los Siete Picos
El Parque Nacional Loma Los Siete Picos se encuentra en la sierra de Yamasá, provincias Santo Domingo, Monte Plata, San Cristóbal y Monseñor Nouel. El objetivo es proteger su conjunto ecosistémico, las nacientes fuentes acuíferas que garantizan el abastecimiento de agua al 48 % de la población dominicana, así como la diversidad biológica y paisajística del entorno.
Monumento Natural Miguel Domingo Fuerte
Constituido por un conjunto de montañas en forma de T, pertenecientes a las estribaciones orientales de la sierra de Bahoruco, abarca una extensión de 33.5 km². Constituye un ecosistema especial y particular de la geografía dominicana, con la presencia de varios tipos de bosques: bosques de manaclas, bosque primario de la cima, bosque secundario establecido y bosque secundario tardío.
El área protegida posee una gran riqueza florística, en la que se destacan la presencia de dos especies de ébano verde, árbol de madera preciosa endémico de la isla, entre otras.