Nuevos descubrimientos desafían la historia genética de Japón y revela conexiones inesperadas con el noreste de Asia
Un reciente estudio de ADN ha sacudido las bases de la historia genética japonesa, revelando la existencia de un tercer grupo ancestral que se une a la narrativa. Conducido por investigadores del Centro de Ciencias Médicas Integrativas de RIKEN, este hallazgo desafía la creencia tradicional de que la población japonesa moderna deriva únicamente de dos grupos ancestrales: los Jomon, cazadores-recolectores indígenas, y los agricultores migrantes de arroz provenientes del este de Asia.
El equipo liderado por Chikashi Terao identificó un vínculo genético inesperado con el noreste de Asia, particularmente con el pueblo Emishi del noreste de Honshu, revelando una estructura de subpoblación mucho más diversa y geográficamente compleja de lo que se había pensado.
El descubrimiento, publicado en Science Advances, no solo expone la heterogeneidad genética de Japón, sino que también abre la puerta a una reexaminación de los flujos migratorios y la historia genética en Asia oriental.
El estudio se basó en la secuenciación completa del genoma de más de 3,200 personas de diversas regiones de Japón, desde Hokkaido hasta Okinawa.
Este exhaustivo análisis, uno de los mayores de su tipo en una población no europea, ha permitido a los científicos rastrear variantes genéticas raras que podrían estar vinculadas a enfermedades específicas, arrojando luz sobre la influencia de la ascendencia Emishi y otros linajes en la salud moderna de la población japonesa.
Este hallazgo es solo el comienzo de lo que promete ser una nueva era en la comprensión de las raíces genéticas del pueblo japonés, desafiando siglos de suposiciones sobre su origen y diversidad.