La política no es para todo el mundo, aunque todo el mundo aspire o se acredite como político.
América, casi entera, habló claro en los últimos días para que el señor Nicolás Maduro entienda que perdió las elecciones del pasado 28 de julio.
Que la mayoría del pueblo venezolano rechaza su estilo de gobierno y sus mensajes de paz, de libertad y dizque respeto a los derechos humanos.
Maduro, Cabello, Padrino y otros secuaces enemigos de la libertad de la gente, deben renunciar y entregar el poder pacífica y rápidamente.
Sabemos, todos sabemos, de dónde procede y qué hacía Maduro cuando fue integrado por el comandante Chávez a la política. Y por ello sabemos que él no tiene tanta culpa de lo que ha hecho y pretende hacer como la tienen Cabello y Padrino, guardias ambos y ambiciosos sin oídos para escuchar a sus familiares mas cercanos,aunque ya no los más queridos.
La política no es para todo el mundo, aunque todo el mundo aspire o se acredite como político.
Maduro, por su preparación escasa, fue escogido por Chávez en vez de Cabello, a fin de que el proceso supuestamente revolucionario de Venezuela concluyera en lo que estamos viendo hoy.
Una nación llena de riquezas petroleras y a la vez una pobreza que asombra y obliga a más de siete millones de venezolanos ir al exilio.
La ONU, la OEA, la Unión Europea, casi la totalidad de los gobiernos de América, han dicho y reconocido que Maduro y su gente hizo trampas y que perdió limpiamente las elecciones.
América no puede permitir ni consentir que existan gobiernos donde se impidan la libertad de empresa, de prensa, de migración y de trabajos bien remunerados.
Maduro, Cabello y Padrino se han convertido en simples obstáculos para el desarrollo gradual de Venezuela, y América ha hablado y seguirá hablando para que abandonen el poder de una revolución antisocial, antieconómica y anti pueblo.
Si los yanquis han hecho su parte para apoderarse del petróleo venezolano, no menos puede decirse de Rusia y China, de Cuba y Nicaragua. Pero los dirigentes no han sabido enfrentar esas realidades políticas y sencillamente hundieron a Venezuela en un hoyo que requerirá de más de veinte años para cerrarse.
México, Brasil y Colombia deben hacer hoy mayor énfasis para que Venezuela entre en el carril de Panamá, Guatemala y República Dominicana, entre otros países, con democracias imperfectas y necesitadas de mejorías,pero donde la gente habla, escribe, viaja y hace lo que les venga en ganas, sin pensar en que serán detenidas, acusadas falsamente o silenciadas por meses, años y sabrá Dios cuántas cosas más.
Algunos personajes locales podrán seguir defendiendo a Maduro, porque saben que aquí pueden escribir, hablary hasta acusar a gente, sin temor a ser detenidos o llevados a los tribunales.
Millones de personas aquí y en el resto de Américaprefieren un sistema con estas libertades, aun viviendo en la pobreza, que ese otro mundo donde se retrocede y nunca se llega a ver el desarrollo prometido.
Venezuela, los venezolanos, no pueden ni deben seguir sufriendo tales escarnios de parte de unos corruptos políticos a quienes solo les importa su desarrollo personal.
18 de agosto de 2024.