Telegram, afirmó que su fundador cumple con las leyes de la Unión Europea, y que no puede ser responsabilizado por "abusos" cometidos en la plataforma.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha defendido la detención en Francia de Pavel Durov, cofundador de Telegram, afirmando que se trata de "una investigación judicial en curso" y no de "una decisión política". Este lunes, el Kremlin evitó pronunciarse sobre el arresto, argumentando que aún se desconocen los cargos específicos contra el empresario franco-ruso.
Durov fue arrestado el sábado por la noche por la Gendarmería de Transporte Aéreo (GTA) al llegar a un aeropuerto cerca de París, en el marco de una investigación que involucra presuntos delitos de fraude, crímenes contra menores y tráfico de drogas relacionados con el uso de la plataforma Telegram.
Macron, en un mensaje publicado en la red social X, subrayó que "es la Justicia, con total independencia, la que debe hacer cumplir la ley". Añadió que, aunque Francia defiende la libertad de expresión y promueve el "espíritu de empresa", estas libertades deben ejercerse "en un marco establecido por la ley" para garantizar la protección de los ciudadanos y el respeto a los derechos fundamentales.
Kremlin guarda silencio, espera aclaración de los cargos
El Kremlin, por su parte, ha optado por no valorar el arresto de Durov. El portavoz presidencial, Dimitri Peskov, declaró que "no sabemos exactamente de qué se le acusa a Durov" y pidió esperar a que la situación se esclarezca para poder emitir un juicio. Peskov también descartó que Durov se haya reunido recientemente con el presidente ruso, Vladimir Putin, durante la visita de este último a Azerbaiyán.
Telegram, en defensa de su fundador, afirmó que cumple con las leyes de la Unión Europea y cuestionó que un directivo pueda ser responsabilizado por "abusos" cometidos en la plataforma.
Mientras tanto, Durov continúa detenido, y su arresto podría extenderse hasta cuatro días más, según fuentes citadas por medios franceses. Con datos de Europa Press.