Algunos amigos o aliados locales del inmaduro gobernante venezolano respaldan su bellaquería, aunque medio mundo sostiene que debe mostrar las actas.
Son muchos los problemas que azotan a la humanidad, a los continentes, países, pueblos, barrios, vecindarios e instituciones.
Y claro, no son fáciles de enfrentar y mucho menos de resolver, cuando se requiere disciplina, pasión, solidaridad, honradez y otros elementos vitales en cada sociedad.
En el caso dominicano, el nuestro, tenemos vigentes problemas graves desde hace largo tiempo en educación, salud, viviendas, empleos, alimentación, inmigración y otros que ni siquiera la IA soñó algún día.
Creo que esos problemas se han mantenido por los gobiernos corruptos, dictaduras algunas, falsos modelos democráticos otros, que no los enfrentaron a tiempo y con honradez.
Uno que otro dirigente político construyó vías, viviendas, escuelas, puentes, clínicas, hospitales, para hacerse ricos y sin programación continuada en los lugares requeridos.
Todo eso se sabe, es verdad, pero los políticos no cambian su mira ni sus alevosos deseos de ‘superación’.
¡Hasta inician e inauguran obras sin estar concluidas!
Por estos lares se organizan elecciones cada cuatro años y al término de las mismas escuchamos y leemos reclamos sobre fraudes de muy diversos géneros. Y se violan los términos que previamente se acordaron respetar.
Es lo que ahora ocurre en Venezuela, donde el 28 de julio se celebraron elecciones y un inmaduro gobernante perdió dos a una y dice que ganó. Sin mostrar copias de las actas de votación, como lo dicta el reglamento vigente en ese país.
La oposición sí lo hizo y el gobernante actual no ha podido rebatir dicha información y solo persigue y atropella a opositores y simples ciudadanos.
Algunos amigos o aliados locales del inmaduro gobernante venezolano respaldan su bellaquería, aunque medio mundo sostiene que debe mostrar las actas o papeletas de votación, cosa a la que renuncia.
Pero hasta los comunistas venezolanos se distancian de Maduro, quien preside un Partido Socialista que ya en el 2013 casi pierde de un joven millonario apellido Capriles.
Nicolás Maduro y su grupo emplearán hasta los peores métodos de violencia para quedarse en el poder.
¿Qué ha hecho este grupo en los años que lleva en el poder bajo la bandera de un Socialismo inexistente? Nada. Absolutamente nada.
Venezuela atraviesa hoy por una pobreza casi absoluta, con más de siete millones de sus hijos viviendo en el extranjero y los que están dentro sin derecho a hablar, escribir o viajar.
Si ese panorama se vende como socialismo, entonces sí es verdad que la democracia tipo yanqui se expandirá por muchos países y territorios del mundo.
El inmaduro Nicolás debería irse a Rusia o a China y dejar que los venezolanos reconstruyan nuevamente su país.
Como los haitianos residentes ilegales en nuestro país, deben irse al suyo a trabajar duro para sacarlo del ostracismo en que se encuentra.