La Unión Europea rechaza unanimidad para sanciones contra el régimen de Maduro.
Bruselas, 29 de agosto de 2024 – En una reunión informal de ministros de Exteriores de la Unión Europea celebrada este jueves en Bruselas, España ha planteado la necesidad de imponer nuevas sanciones al régimen venezolano, encabezado por Nicolás Maduro. Sin embargo, la propuesta no logró la unanimidad necesaria entre los 27 Estados miembros, lo que refleja las diferencias en el bloque sobre cómo abordar la crisis en Venezuela.
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, José Manuel Albares, fue quien encabezó la iniciativa, solicitando a sus socios europeos que estudien "herramientas" para fomentar un diálogo interno en Venezuela entre el gobierno y la oposición. Albares subrayó que, ante la negativa de las autoridades electorales venezolanas de presentar actas oficiales que acrediten los resultados de las elecciones, la UE debe considerar sanciones adicionales.
La propuesta de España llega en un contexto donde la legitimidad de Maduro como presidente ha sido cada vez más cuestionada. El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, señaló en la rueda de prensa posterior a la reunión que, un mes después de las elecciones, las esperanzas de obtener actas verificables han desaparecido. "No hay actas ni verificación, y lamentamos que no las haya nunca", afirmó Borrell, quien también dejó claro que la UE no reconocerá la legitimidad democrática de Maduro.
A pesar de la postura firme de España y del propio Borrell, la idea de aplicar nuevas sanciones no ha encontrado un apoyo mayoritario. Algunos países europeos, que prefieren mantener abiertas las vías diplomáticas, expresaron su preocupación por el impacto de más sanciones en la población venezolana y en las ya complicadas relaciones con Caracas. Borrell explicó que la UE ya tiene sanciones vigentes contra más de medio centenar de dirigentes venezolanos y que nuevas medidas podrían implicar ir directamente contra los máximos responsables del régimen, como el propio Maduro o Jorge Rodríguez, quienes hasta ahora han evitado ser incluidos en las listas de sancionados.
"Mas sanciones implicarían ir contra los máximos responsables, y quedan dos o tres que no estén ya sancionados", comentó Borrell, destacando la complejidad de la situación y la necesidad de evaluar cuidadosamente cualquier acción adicional.
En lugar de sanciones, la mayoría de los Estados miembros apuestan por intensificar el diálogo con actores regionales como Brasil y Colombia, quienes han asumido un papel de liderazgo en la mediación para encontrar una solución a la crisis venezolana. El objetivo, según destacaron, es seguir presionando por una salida pacífica que respete los derechos humanos y preserve la integridad física de los dirigentes opositores en Venezuela.
La UE ha reiterado su condena a la represión interna en Venezuela y ha señalado que hará "todo lo posible" para garantizar la seguridad de los líderes opositores, quienes continúan enfrentando persecuciones y amenazas en su lucha contra el régimen de Maduro.
En resumen, aunque España ha sido enfática en la necesidad de aumentar la presión sobre el régimen venezolano, la falta de consenso en la UE revela las divisiones dentro del bloque respecto a cómo manejar la crisis en Venezuela. Por ahora, la diplomacia seguirá siendo la principal herramienta de la Unión Europea, mientras el reconocimiento de Maduro como presidente legítimo sigue siendo un punto de discordia entre los Estados miembros.