Decisión firme de Xiomara Castro desafía la “injerencia estadounidense”
En un movimiento audaz, el Gobierno de Honduras, bajo la dirección de la presidenta Xiomara Castro, ha puesto fin al tratado de extradición con Estados Unidos. El canciller hondureño, Enrique Reina, confirmó la decisión, subrayando que se tomó en defensa de la soberanía nacional y en respuesta a lo que consideran injerencia indebida de Estados Unidos en los asuntos internos del país.
Dijo que la intención es enviar un mensaje claro de respeto mutuo y de rechazo a cualquier tipo de manipulación externa. Reina destacó la necesidad de que Estados Unidos respete las decisiones soberanas de Honduras. La ruptura se fundamenta en artículos clave de la Constitución hondureña, que otorgan al Ejecutivo la autoridad para mantener la paz y seguridad nacional.
Esta decisión llegó después de que la embajadora estadounidense, Laura Dogu, expresara preocupación por los recientes contactos entre Honduras y Venezuela. La presidenta Castro denunció estas críticas como actos de intervención intolerables y acusó a Estados Unidos de violar los principios del derecho internacional al intentar dirigir la política hondureña.
Esta decisión llegó después de que la embajadora estadounidense, Laura Dogu, expresara preocupación por los recientes contactos entre Honduras y Venezuela.
En redes sociales, Xiomara Castro reiteró su postura de defensa de la autodeterminación de Honduras, resaltando que el país no tolerará agresiones ni injerencias extranjeras.
La ruptura del tratado de extradición se ha interpretado como una respuesta directa a las crecientes tensiones entre ambos países. Rixi Moncada, exministra de Finanzas y figura prominente del Partido Libre, apoyó la decisión de Castro, argumentando que desmantela los planes de opositores políticos que buscan interferir en las elecciones de 2025 y realizar un golpe de Estado militar utilizando acusaciones contra los líderes de defensa de Honduras.
“Somos respetuosos del Derecho Internacional y no podemos juzgar a Estados Unidos ni a Venezuela. Este ataque de la embajadora es hipócrita y cínico”, escribió Zelaya en la red social X.
El incidente que provocó estas acciones fue la reciente visita del ministro de Defensa hondureño, José Manuel Zelaya, y del jefe de las Fuerzas Armadas, Roosevelt Hernández, a Venezuela. Esta visita, criticada por la embajadora Dogu, incluyó la participación en un evento deportivo de cadetes y reuniones con Vladimir Padrino, ministro de Defensa de Venezuela. Las críticas de Dogu fueron vistas por el Gobierno hondureño como un intento de controlar su política exterior.
En respuesta, José Manuel Zelaya cuestionó la postura de Estados Unidos, destacando la hipocresía de criticar los lazos de Honduras con otros países mientras ignora problemas graves dentro de sus fronteras. “Somos respetuosos del Derecho Internacional y no podemos juzgar a Estados Unidos ni a Venezuela. Este ataque de la embajadora es hipócrita y cínico”, escribió Zelaya en la red social X.
La decisión de terminar el tratado de extradición con Estados Unidos marca un momento decisivo en la política exterior de Honduras, que busca reafirmar su independencia y resistir cualquier intento de lo que considera influencia extranjera en sus asuntos soberanos. Con datos de Prensa Latina