Medida amenaza a mujeres y extranjeros en precariedad social
SANTO DOMINGO.- El cierre inminente de 30 vertederos en la República Dominicana ha encendido alarmas sobre el futuro de miles de familias que dependen del reciclaje para sobrevivir. Según un informe reciente del Movimiento Nacional de Recicladores, encabezado por Robinson García, la medida, aunque bienintencionada en su objetivo de mejorar la gestión de residuos, podría sumir en la extrema precariedad económica y social a cientos de recicladores, en su mayoría mujeres y extranjeros.
El estudio, que recopila datos a partir de encuestas realizadas en vertederos clave a nivel nacional, revela cifras alarmantes: un 63% de los recicladores son analfabetos y un 30% no ha completado la educación primaria.
Estas estadísticas pintan un panorama desolador para quienes ven en la basura su única fuente de ingresos, ahora amenazada por una política que, sin medidas de acompañamiento, podría arrojarlos a la marginación total.
Particularmente preocupante es la situación de las mujeres recicladoras, quienes enfrentan no solo una alta tasa de analfabetismo del 65%, sino también una ausencia casi total de documentos legales que les permitan acceder a derechos básicos como la seguridad social.
Estas mujeres, muchas de ellas únicas proveedoras de sus familias, podrían verse obligadas a buscar alternativas laborales en un mercado ya de por sí hostil, aumentando su vulnerabilidad.
Los recicladores extranjeros, por su parte, enfrentan un desafío doble: además de la precariedad inherente a su trabajo, su estatus legal irregular los expone a abusos laborales y discriminación.
El cierre de los vertederos, sin un plan integral que contemple la regularización de su situación, no solo amenaza con cortar su único sustento, sino también perpetuar el ciclo de pobreza y exclusión que ya padecen.
Otro aspecto crítico señalado en el informe es la presencia de niños en los vertederos, una práctica que viola flagrantemente los derechos humanos y pone en riesgo su salud y desarrollo.
La urgencia de erradicar el trabajo infantil en estas condiciones insalubres y peligrosas es una de las principales recomendaciones del estudio, que también hace un llamado a las autoridades para garantizar que estos niños tengan acceso a la educación y vivan en un entorno seguro.
Ante este sombrío panorama, el informe sugiere la implementación de una serie de medidas urgentes. Entre ellas, destaca la necesidad de programas de alfabetización y capacitación para los recicladores, la creación de espacios de trabajo seguros, y la ampliación de los beneficios sociales, como el seguro médico y las ayudas económicas, para proteger a las familias más vulnerables.
El cierre de los vertederos en la República Dominicana, si bien es un paso hacia la mejora de la gestión de residuos, podría tener un impacto devastador si no se acompaña de políticas inclusivas y de apoyo a las comunidades afectadas.
García resalta la importancia de que el gobierno y las organizaciones sociales trabajen en conjunto para evitar que esta medida agrave las ya difíciles condiciones de vida de miles de personas que dependen del reciclaje para sobrevivir.