El Departamento de Justicia dice que el avión fue trasladado a Florida por violaciones a sanciones estadounidenses
Santo Domingo. – El Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmó haber incautado una aeronave Dassault Falcon 900EX, propiedad y operada en beneficio del presidente venezolano, Nicolás Maduro Moros. La acción fue llevada a cabo en territorio dominicano y responde a violaciones de las leyes de control de exportaciones y sanciones impuestas por Estados Unidos. La aeronave, valuada en aproximadamente 13 millones de dólares, fue trasladada al Distrito Sur de Florida, donde se espera que continúe el proceso judicial.
En un comunicado colgado en la página web del departamento de Estado, el fiscal general estadounidense, Merrick B. Garland, explica que la aeronave fue adquirida a través de una empresa fantasma y exportada ilegalmente desde Estados Unidos, para luego ser utilizada por Maduro y sus asociados en Venezuela.
La incautación fue el resultado de una investigación minuciosa liderada por la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio de Estados Unidos y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) de Miami. Matthew S. Axelrod, subsecretario de Control de Exportaciones del Departamento de Comercio, subrayó la importancia de este operativo, afirmando que la confiscación del avión envía un mensaje contundente: "No importa cuán lujoso sea el jet privado o cuán poderosos sean los funcionarios, trabajaremos incansablemente para identificar y devolver cualquier aeronave contrabandeada ilegalmente".
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Según las autoridades estadounidenses, el avión Dassault Falcon 900EX, con matrícula T7-ESPRT, fue utilizado casi exclusivamente para vuelos hacia y desde una base militar en Venezuela desde mayo de 2023. Este avión ha sido descrito como el equivalente venezolano del Air Force One, utilizado por Maduro en visitas de Estado a diversos países. La incautación del avión en la República Dominicana marca una escalada significativa en la tensa relación entre Estados Unidos y Venezuela.
Markenzy Lapointe, fiscal federal para el Distrito Sur de Florida, resaltó la colaboración internacional en este caso, agradeciendo a las autoridades dominicanas por su valiosa asistencia. "La incautación exitosa de esta aeronave fue el resultado de la planificación, coordinación y ejecución por parte del gobierno de los Estados Unidos, con la inestimable asistencia de las autoridades de la República Dominicana", señaló Lapointe.
El avión había sido adquirido ilegalmente a través de una empresa con sede en el Caribe, creada para ocultar la verdadera identidad de sus compradores. Luego de su compra, el avión fue sacado de contrabando de Estados Unidos hacia Venezuela en abril de 2023, violando las sanciones impuestas por la Orden Ejecutiva 13884, emitida en agosto de 2019. Esta orden prohíbe a los ciudadanos estadounidenses realizar transacciones con individuos o entidades que actúan en nombre del régimen de Maduro.
Anthony Salisbury, agente especial a cargo de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional en Miami, destacó la importancia de esta incautación como parte de los esfuerzos continuos para hacer cumplir las sanciones estadounidenses. "La incautación de esta aeronave es otra acción importante de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional, que trabaja con nuestros socios nacionales e internacionales contra las actividades ilegales del régimen de Maduro", afirmó Salisbury.
La investigación y el operativo fueron llevados a cabo en estrecha colaboración con la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia y la HSI en Santo Domingo. Según fuentes cercanas al caso, la incautación del avión es una de las medidas más audaces tomadas hasta la fecha en el marco de las sanciones impuestas a Venezuela. "Apoderarse del avión del jefe de Estado extranjero es algo inaudito en materia criminal", comentó uno de los funcionarios estadounidenses involucrados en la operación. "Estamos enviando un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley, nadie está por encima del alcance de las sanciones de Estados Unidos".
El Departamento de Justicia de Estados Unidos continúa su investigación sobre otras posibles violaciones relacionadas con el régimen de Maduro, mientras que el avión Dassault Falcon 900EX permanece bajo custodia en Florida, en espera de decisiones judiciales adicionales. La incautación ha puesto de relieve la capacidad de las autoridades estadounidenses para hacer cumplir sus leyes a nivel internacional, incluso cuando se trata de figuras políticas de alto perfil.