El asteroide, descubierto horas antes, generó una bola de fuego sobre Filipinas.
Un pequeño asteroide, conocido como 2024 RW1, se desintegró sin causar daños en la atmósfera terrestre este 4 de septiembre. La Agencia Espacial Europea (ESA) informó que el impacto ocurrió a las 16:46 UTC sobre el Océano Pacífico occidental, cerca de la isla de Luzón, en Filipinas.
Este asteroide, de apenas 1 metro de diámetro, había sido descubierto el mismo día por Jacqueline Fazekas, tecnóloga del observatorio Catalina Sky Survey, financiado por la NASA. Este centro, ubicado en Tucson, Arizona, está dedicado a rastrear y catalogar objetos cercanos a la Tierra.
Descubrimiento antes del impacto
La Agencia Espacial Europea señaló que este es el noveno asteroide que ha sido descubierto antes de impactar la atmósfera terrestre. 2024 RW1 fue detectado con solo unas pocas horas de anticipación antes de que se quemara al entrar en la atmósfera, según publicó la ESA en la red social X (anteriormente Twitter).
El sitio web Asteroid Watch de la NASA había predicho que el impacto podría crear una bola de fuego visible desde la costa este de Filipinas. Tal como lo pronosticó la agencia, la impresionante bola de fuego verde fue captada en múltiples videos, rápidamente compartidos en las redes sociales por residentes del área.
Un evento monitoreado
El impacto del asteroide fue detectado por varios sensores y ha sido reportado por la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA, según informa Space.com. Esta oficina es responsable de monitorear asteroides como 2024 RW1 y asegurar que los objetos cercanos a la Tierra no representen un peligro para el planeta.
El fenómeno no solo fue visualmente impresionante, sino que también resaltó el esfuerzo de las agencias espaciales para mejorar sus capacidades de defensa planetaria. Aunque 2024 RW1 no presentó riesgos para la humanidad, eventos como este recuerdan la importancia de los programas de detección y prevención de asteroides.
Prioridad global
La defensa planetaria se ha convertido en una prioridad para agencias espaciales de todo el mundo. En 2022, la NASA realizó una misión histórica llamada DART (Double Asteroid Redirection Test), que involucró el impacto deliberado de una nave espacial contra un sistema de asteroides doble para intentar desviar su trayectoria.
Estos esfuerzos buscan garantizar que, si algún día se detecta un asteroide más grande en curso de colisión con la Tierra, las agencias espaciales estén preparadas para mitigar los posibles daños.
En el caso de 2024 RW1, la atmósfera terrestre actuó como una barrera natural, desintegrando el asteroide antes de que pudiera llegar al suelo. Mientras tanto, las investigaciones sobre defensa planetaria continúan avanzando, asegurando que el monitoreo de objetos cercanos a la Tierra sea más efectivo y rápido.