La Fiscalía británica retira los cargos de agresión sexual contra productor de Hollywood por falta de pruebas
MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -La Fiscalía de Reino Unido ha retirado este jueves los cargos de agresión sexual presentados contra el conocido productor de Hollywood Harvey Weinstein por considerar que no existen pruebas suficientes y que, por ende, "no hay indicios realistas de que el caso pueda llevar a una condena".
Weinstein, de 72 años, se enfrentaba a dos cargos por una supuesta agresión sexual que tuvo lugar en 1996. El jefe del Servicio de la Fiscalía de la Corona (CPS, por sus siglas en inglés), Frank Ferguson, ha explicado que "tras una revisión del caso, los fiscales han decidido paralizar el proceso".
En este sentido, ha aseverado que la Fiscalía "tiene el deber de revisar todos los casos" y que, por extensión, "ha estipulado que no existen motivos realistas para considerar que este se resolvería de forma favorable para la acusación". "Ya hemos trasladado nuestra decisión a las partes", ha afirmado, según un comunicado.
No obstante, ha hecho hincapié en que "siempre animaremos a las potenciales víctimas de abusos y agresiones sexuales a acudir a la Policía y denunciar". "Imputaremos siempre y cuando se nos permita en el marco de la ley", ha estipulado.
Weinstein, una figura controvertida dentro del mundo cinematográfico, se encuentra actualmente en prisión cumpliendo una pena de 16 años de prisión por violación y conducta sexual inapropiada en la ciudad de Nueva York. Dicha sentencia está relacionada con un incidente registrado en 2013 en un hotel de Los Ángeles durante la celebración de un festival de cine.
Así, se encuentra ingresado en el centro penitenciario de Rikers Island a la espera de que se celebre un nuevo juicio en su contra después de que una segunda condena a 23 años de prisión por violación –relacionada con un caso que se remonta al año 2020– fuera anulada a principios de este año por un tribunal de apelaciones neoyorquino.
El escándalo de violencia sexual en torno a Weinstein originó en 2017 el movimiento #MeToo (’Yo También', en español) con el que cientos de mujeres denunciaron haber sufrido episodios de abuso sexual y que golpeó a la industria audiovisual estadounidense.