Exvicepresidente republicano votará contra Donald Trump en noviembre
El exvicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, ha sorprendido al anunciar que votará por la candidata demócrata Kamala Harris en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. Cheney, quien sirvió bajo la administración de George W. Bush, ha sido contundente en su crítica a Donald Trump, calificándolo como "la mayor amenaza" para la república en la historia del país.
En un comunicado emitido el pasado viernes, Cheney afirmó: "En los 248 años de historia de nuestra nación jamás ha habido un individuo que haya supuesto una mayor amenaza para nuestra república que Donald Trump".
El exvicepresidente señaló los intentos de Trump de subvertir las elecciones anteriores con "mentiras y violencia" para mantenerse en el poder a pesar de haber sido rechazado por los votantes. "Jamás debe recibir de nuevo la confianza del poder", advirtió Cheney.
Un llamado a defender la Constitución
Cheney, conocido por su postura conservadora, hizo un llamado a los ciudadanos a poner el bienestar del país por encima de las lealtades partidarias. "Como ciudadanos, tenemos el deber de poner al país por encima de los bandos para defender nuestra Constitución.
Por eso mi voto será para la vicepresidenta Kamala Harris", expresó el exvicepresidente, quien durante su mandato fue una figura clave en la respuesta a los atentados del 11 de septiembre y la subsecuente invasión de Irak.
Este respaldo se suma al apoyo de otras figuras prominentes del Partido Republicano que han decidido dar la espalda a Trump en este ciclo electoral.
Otros republicanos también apoyan a Harris
Cheney no es el único republicano de alto perfil que ha decidido apoyar a Kamala Harris. El exgobernador de Georgia, Geoff Duncan, también ha expresado públicamente su respaldo a la vicepresidenta en su carrera por la presidencia, subrayando la necesidad de un liderazgo que priorice los valores democráticos y la estabilidad institucional.
El anuncio de Cheney ha resonado con fuerza en el panorama político estadounidense, generando debates sobre la creciente división dentro del Partido Republicano y las repercusiones de las declaraciones de figuras influyentes como el exvicepresidente.
Aunque Cheney ha sido una figura polarizante en la política estadounidense, su postura en este momento crucial refleja la preocupación por el futuro del país y la preservación de sus instituciones democráticas.
La contienda entre Harris y Trump se perfila como una de las más significativas en la historia reciente de Estados Unidos, con el apoyo de antiguos pesos pesados republicanos añadiendo una dimensión inesperada a la batalla electoral.
A medida que se acercan las elecciones, queda claro que el país está ante un momento de definiciones cruciales, donde las lealtades políticas están siendo cuestionadas en favor de un llamado a proteger los principios fundamentales de la nación.