Ejercicios navales globales desafían tensiones mientras China se une al despliegue
Rusia ha iniciado uno de los ejercicios militares más grandes de su historia bajo el nombre de ‘Ocean-2024’, desplegando más de 400 buques de guerra y 90,000 efectivos, a los que se une China que envía cuatro embarcaciones.
Las maniobras se extenderán hasta el 16 de septiembre y abarcan una vasta área que incluye el océano Pacífico, el Ártico, el mar Báltico, el Caspio y el Mediterráneo, en este último donde Rusia mantiene una importante base naval en el puerto sirio de Tartús.
El objetivo es demostrar la capacidad del Ejército ruso para operar a nivel global y gestionar operaciones navales en múltiples frentes mientras la guerra en Ucrania continúa.
Poner a prueba la capacidad de reacción
El Ministerio de Defensa de Rusia ha destacado que el propósito central de estos ejercicios es poner a prueba la capacidad de reacción de sus formaciones militares, evaluar el uso de armamento moderno y de alta precisión, y mejorar la cooperación con fuerzas extranjeras.
Además de fortalecer su capacidad para gestionar grupos navales en distintos escenarios, las maniobras buscan expandir la interacción con otros países, destacando la creciente relación militar con China.
China ha enviado cuatro buques de guerra que ya se encuentran en el golfo de Pedro el Grande, una bahía estratégica en el mar de Japón cerca de Vladivostok.
La colaboración es un claro mensaje de la alianza militar que ambas potencias han estado construyendo en los últimos años. Las maniobras conjuntas incluyen la protección de rutas marítimas críticas y la defensa de canales de comunicación.
El objetivo es demostrar la capacidad del Ejército ruso para operar a nivel global y gestionar operaciones navales en múltiples frentes mientras la guerra en Ucrania continúa.
El despliegue de estos ejercicios ocurre en un contexto de creciente confrontación entre Rusia y Occidente. Moscú utiliza estas maniobras para reforzar su imagen de poderío naval, una tradición que se remonta a la era soviética, cuando la URSS realizaba demostraciones navales masivas para probar la capacidad de combate de su flota.
En la actualidad, con la guerra en Ucrania aún activa, Rusia intenta proyectar su capacidad de enfrentar no solo desafíos regionales, sino también amenazas en diversos océanos del mundo.
Desafíos y Tensiones Globales
Este despliegue masivo no solo busca mejorar la preparación militar de Rusia, sino también enviar un mensaje claro a sus adversarios, en especial a Estados Unidos y la OTAN.
La participación de China en estos ejercicios refuerza una alianza que muchos expertos consideran un contrapeso a la influencia occidental en el Pacífico y más allá.
Mientras tanto, los ejercicios navales rusos también incluyen el uso de armas avanzadas y modernas, con especial énfasis en misiles de alta precisión y tecnologías de guerra electrónica.
La demostración de estas capacidades envía una señal de que Rusia está preparada para defender sus intereses geopolíticos en múltiples frentes, no solo en Ucrania, sino también en regiones estratégicas globales. Con datos de Europa Press