Nuevos estudios revelan agua y hidroxilo en toda la superficie lunar
Un análisis reciente ha revelado que la Luna contiene múltiples fuentes de agua e hidroxilo en sus rocas y suelos iluminados por el sol, más allá de los cráteres polares donde se creía que se concentraba. Este hallazgo ofrece nuevas perspectivas sobre el potencial para futuras misiones lunares y la historia geológica del satélite natural de la Tierra.
El estudio, liderado por Roger Clark, científico del Instituto de Ciencias Planetarias (PSI), utilizó datos del espectrómetro de imágenes Moon Mineralogy Mapper (M3) de la nave india Chandrayaan-1. Este instrumento permitió a los investigadores cartografiar las reservas de agua en ambas caras de la Luna con mayor detalle que nunca.
Nuevas áreas ricas en agua
El descubrimiento destaca la existencia de rocas ricas en agua en todas las latitudes lunares, incluidas las zonas cercanas al ecuador, lo que sugiere que los futuros astronautas podrían encontrar recursos hídricos en áreas anteriormente no consideradas. Clark señaló que estos nuevos hallazgos son clave para comprender la evolución de la Luna y planificar futuras misiones tripuladas.
Anteriormente, se pensaba que solo las regiones polares, con sus cráteres permanentemente sombreados, albergaban agua en abundancia. Sin embargo, este estudio amplía significativamente el área potencial de exploración lunar para la obtención de agua.
Metodología del estudio
La investigación utilizó espectroscopía infrarroja para identificar las "huellas dactilares" del agua y el hidroxilo (OH) en la superficie lunar. Este método permite detectar las diferencias en la luz solar reflejada, capturando detalles que no son visibles con cámaras tradicionales. El M3 registró 85 colores diferentes en el espectro infrarrojo, lo que permitió a los científicos detectar la presencia de agua y hidroxilo con gran precisión.
Según Clark, el agua se encuentra principalmente en las rocas lunares y suelos, y puede recolectarse directamente mediante el calentamiento de estos materiales. Además, se descubrió que algunas reacciones químicas pueden liberar hidroxilo, que luego se combina para formar agua y oxígeno.
Implicaciones para la geología lunar
El equipo de investigación también demostró que el agua en la Luna es metaestable, lo que significa que puede ser destruida lentamente por el viento solar, pero que el hidroxilo persiste en la superficie durante millones de años. Los impactos de meteoritos y la actividad volcánica también juegan un papel importante en la exposición de estos materiales ricos en agua en la superficie lunar.
Se encontraron diferencias significativas entre los dos tipos principales de rocas lunares: el basalto, que contiene poca agua, y la andesita, que alberga una mayor cantidad de agua. Estos hallazgos sugieren que la geología lunar es mucho más compleja de lo que se pensaba anteriormente, con un ciclo continuo de formación y destrucción de agua e hidroxilo.
Nuevas características lunares
El estudio también arrojó luz sobre las enigmáticas características conocidas como "remolinos lunares", patrones difusos que aparecen en ciertas áreas de la superficie. Estos remolinos, que presentan bajos niveles de agua, parecen estar relacionados con campos magnéticos que desvían el viento solar, reduciendo la producción de hidroxilo. No obstante, se descubrieron otras áreas similares que no son visibles a simple vista, pero que muestran signos de hidroxilo en el espectro infrarrojo.
Este nuevo mapa global de hidroxilo revela áreas nunca antes vistas y sugiere que la superficie lunar es mucho más dinámica y compleja de lo que se creía, abriendo nuevas oportunidades para futuras investigaciones y misiones espaciales.