Hizbulá culpa a Israel por letales incidentes y promete represalias
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, realizaron una evaluación de seguridad en la base militar HaKirya, en Tel Aviv, luego de que varias explosiones de localizadores electrónicos en Líbano causaran la muerte de al menos ocho personas y dejaran más de 2,800 heridos. Los explosivos, que detonaron de manera simultánea, afectaron a varios miembros del grupo chií Hizbulá.
Aunque Israel no ha reivindicado la responsabilidad por el incidente, Hizbulá acusó al gobierno israelí de lo que calificó como un "ataque criminal". El grupo militante, en una declaración oficial, prometió tomar represalias y afirmó que llevará a cabo investigaciones científicas y de seguridad para esclarecer las causas de las explosiones.
Tensiones en aumento
Este incidente ha elevado aún más las tensiones en la frontera entre Israel y Líbano, una zona que ya se encuentra bajo presión debido a los continuos conflictos entre ambos países. Las autoridades locales en el norte de Israel han pedido a los residentes que se mantengan cerca de refugios y tengan listos cuartos seguros, ante la posibilidad de una escalada en el conflicto.
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El gobierno israelí, por su parte, ha intensificado su postura en la región. Según un funcionario israelí, que pidió no ser identificado, la reunión de seguridad de Netanyahu y Gallant se centró en las posibles respuestas ante una eventual escalada provocada por las explosiones en Líbano.
Escenarios de represalia y seguridad en Israel
Los incidentes ocurren en un contexto de creciente hostilidad en la región. El gabinete de seguridad israelí había decidido previamente ampliar los objetivos de su operación militar en la Franja de Gaza, en parte para garantizar el retorno seguro de los residentes del norte de Israel, evacuados por el conflicto con Hizbulá en la frontera con Líbano. Esta decisión se considera un paso hacia una escalada mayor en el conflicto, un escenario que Netanyahu y Gallant han advertido que Israel está dispuesto a intensificar si es necesario.
Mientras tanto, en Líbano, Hizbulá ha elevado su nivel de preparación y ha reiterado su compromiso de defender a su país y a su pueblo. La milicia chií también ha insistido en que llevará a cabo una investigación detallada sobre las explosiones de los localizadores electrónicos, un fenómeno que nunca antes se había registrado con esta magnitud en la región.
Escalada en un contexto de crisis regional
Las explosiones y la posible implicación de Israel se producen en un momento de alta tensión en la región, especialmente en las fronteras israelí-libanesa y en la Franja de Gaza. Las advertencias de los líderes israelíes y la movilización de las fuerzas armadas sugieren que los enfrentamientos podrían intensificarse en los próximos días.
Los residentes de la zona fronteriza en Israel permanecen en estado de alerta, mientras el país se prepara para responder a cualquier represalia por parte de Hizbulá, un grupo que ha demostrado en el pasado su capacidad para llevar a cabo ataques coordinados. Este incidente subraya una vez más la fragilidad de la paz en la región y el riesgo latente de que la violencia se extienda.4o