Violencia, hambre y desplazamiento debido a crisis humanitaria sin precedentes por grupos armados violentos
La desgarradora situación en Haití ha alcanzado niveles críticos, confirmados por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). El organismo denunció el imparable deterioro socioeconómico del país, con una especial atención a las devastadoras condiciones que sufren los ciudadanos de las zonas de Artibonite y Occidente.
Según la OCHA, Artibonite se ha convertido en el segundo departamento más afectado por la escasez de recursos multisectoriales, superado solo por la región de Occidente.
Las alarmas son claras: Haití está sumido en una crisis sin precedentes desde 2010, agravada por la violencia indiscriminada de los grupos armados, quienes han llevado al borde del colapso los servicios básicos esenciales.
Organizaciones como la ONU han advertido sobre el peligro de una vulnerabilidad crónica debido a la falta de fondos para la ayuda humanitaria.
A su vez, la Organización Internacional para las Migraciones informó que casi 600 mil personas han huido de los ataques de pandillas, principalmente desde la capital, dirigiéndose desesperadamente hacia el sur.
Los desplazados, ya devastados por el conflicto, encuentran refugio con familias de acogida que, a su vez, también enfrentan dificultades económicas destaca el diario digital Haití Libre y recoge Prensa Latina.
Con cinco millones de haitianos enfrentando inseguridad alimentaria aguda y más de 300 mil casos de desnutrición registrados, la situación es insostenible.
La comunidad internacional debe actuar, aumentando urgentemente los fondos para la asistencia humanitaria. De lo contrario, el epicentro de esta catástrofe seguirá expandiéndose hacia zonas previamente no afectadas por la violencia y la inseguridad alimentaria.