El 98% de afiliación no basta ante la insatisfacción generalizada y muertes evitables
Santo Domingo.-El Sistema de Seguridad Social de la República Dominicana avanza como un coloso cojo: a pesar de haber alcanzado un 98% de afiliación al Seguro Familiar de Salud (SFS), el gasto de bolsillo de las familias se mantiene en un alarmante 43%, mientras la mortalidad materno-infantil supera la de países con menor cobertura.
Arismendi Díaz Santana, experto en seguridad social, denuncia la desconexión entre la cantidad de afiliados y la calidad de los servicios ofrecidos, advirtiendo que el país aún está a medio camino del verdadero progreso sanitario.
Díaz Santana, también economista, sostiene que el salto desde el antiguo Seguro Social al SFS, aunque significativo, ha quedado corto frente a los objetivos prometidos. "Estamos cerca de la universalidad en afiliación, pero aún lejos de eliminar los obstáculos de acceso y mejorar la calidad y oportunidad de los servicios médicos", explica.
Indica en un texto enviado a DiariodigitalRD, que la falta de reformas profundas en el sistema de salud ha resultado en una mayor privatización, exclusiones, costos exorbitantes y una segmentación que perpetúa la desigualdad en la atención.
Para alcanzar un desarrollo real del SFS, explica, se requiere no solo de una cobertura del 100% de la población, sino también de una transformación cualitativa que reduzca la dependencia de lo privado, mejore los indicadores sanitarios y alivie el peso financiero sobre los hogares.
Expone que la Ley 87-01 prevé reformas como la atención primaria integral, resolución de quebrantos en el primer nivel, especialización en el segundo nivel y autonomía hospitalaria. No obstante, 23 años después, estos objetivos siguen siendo promesas vacías.
Arismendi Díaz Santana resalta que la transformación cualitativa del SFS necesita de una voluntad política férrea y un Estado de derecho fortalecido.
El sistema de salud cojea hacia un peligroso punto de inflexión. A pesar de la alta tasa de afiliación, la mortalidad materno-infantil sigue en niveles inaceptables, equiparables a los de países con menor cobertura sanitaria.
Se pregunta ¿De qué sirve tener un carnet del SFS si no se garantiza el acceso real y la calidad del servicio? Sin medicamentos, sin horarios extendidos para consultas especializadas y con hospitales colapsados, la afiliación se convierte en un engaño masivo.
Arismendi Díaz Santana resalta que la transformación cualitativa del SFS necesita de una voluntad política férrea y un Estado de derecho fortalecido. Las reformas no demandan modificar la ley, solo cumplirla. La sociedad civil, la opinión pública y la población deben empoderarse para exigir la aplicación de estas transformaciones, en consonancia con el artículo 60 de la Constitución.
Asegura que las autoridades conocen la realidad, pero aún está por verse si el Poder Ejecutivo comprende la urgencia de actuar. De continuar por el mismo camino, las consecuencias serán catastróficas en el ámbito financiero, político y social.
La Fundación Seguridad Social para Todos (FSSPT), preside Díaz Santana, demanda el inicio inmediato de las reformas necesarias para devolver la esperanza a millones de familias dominicanas que, hoy por hoy, no encuentran respuesta en un sistema que se tambalea entre la retórica y la inacción.