Todos los Dominicanos estamos en deuda con la UASD.
Arquidiócesis de Santo Domingo.- La Universidad Autónoma de Santo Domingo, con una historia de 484 años de servicio, nos necesita. Necesita a todos los integrantes de la sociedad dominicana. Estamos en deuda con ella por el aporte que ha hecho a nuestro país a nivel de promoción humana y desarrollo. Ha sido cantera por siglos del fomento de profesionales en las ciencias humanas más puras y abordadas con el mayor rigor. Muchos que estudiaron en sus planteles han sacrificado su misma vida por el sostenimiento de los valores, las instituciones y los sectores que conforman todos los estamentos sociales de la República Dominicana. La UASD debe contar con los mejores profesores, con las instalaciones más adecuadas, en número y en calidad y rigor, con amplias facilidades para sus estudiantes y medios aptos para continuar su labor de faro de luz o Atenas del nuevo mundo. ¿Estamos todos los dominicanos velando por el mejor funcionamiento de nuestra universidad insignia, la primera entre todas, en la que se formaron nuestros mayores, nuestros padres y las grandes personalidades del acontecer y futuro dominicano?
Detrás de toda institución académica y universitaria a lo largo de la historia se encuentra el trasfondo de la Iglesia católica. En el caso de la UASD, desde los tiempos de la colonia fueron los religiosos misioneros que aportaron su saber y sus obras de caridad práctica para dejarnos un patrimonio de amplio estudio, respeto y y promoción humana, cuya heredera es la visión y la misión de la Universidad Primada de América. Clave fue el aporte de la Orden de los Predicadores o Dominicos que hicieron coincidir estudio, letras y ciencias en la Isla de laEespañola desde principios del siglo XVII sirviendo de puente entre el recién colonizado y conquistado continente y los areópagos del saber europeo, en especial, la Universidad de Salamanca, gran defensora del derecho internacional conforme a la dignidad humana en toda la sociedad.
Sin lugar a duda,s el gran manifiesto académico es el sermón de Fray Antón de Montesinos que desata no solamente la gran controversia del siglo XVII que cuestiona a la actuación a la realeza, a los colonizadores, comerciantes y conquistadores violentos qué justificaban su accionar desde una filosofía y teología manipulada a conveniencia propia.
Gran aporte al estudio de la situación se debe al primer superior en la isla de los Dominicos con cariz profético de denuncia por parte de Fray Pedro de Córdoba, que complementaba la labor caritativa de los misioneros franciscanos con la catequesis sacramental para los nativos y de los mercedarios que enfatiza en las obras de caridad para las necesidades básicas de aquellos sometidos a arduas labores en estas tierras.
Sumemos a la lista conformada por Fray Pedro de Córdoba y Fray Antón de Montesinos a Fray Bernardo de Santo Domingo Ya Fray domingo de Villamayor a quienes podemos llamar los primeros disertadores o catedráticos de este continente americano en materia de estudios y análisis con aporte de soluciones prácticas al choque entre dos formas culturales bastante diferentes entre sí.
La labor de todo centro de estudios superiores o universidad es inculcar y desarrollar la capacidad de análisis crítico para mejora de las condiciones de toda sociedad humana. Ejemplo de ello, Fray Bartolomé de las casas quien amó con un cariño impresionante y con ternura a la Española y a sus habitantes llamados indígenas. Este fue el perfil del primer sacerdote ordenado por estas tierras su misión eclesial y evangélica no podía ser concebida por él mismo fuera de la realidad que vivía.
La cátedra la de los dominicos consistió en prédica evangélica a los españoles y a los indígenas del respeto y la promoción de la dignidad humana en todo ámbito. Arraigaron en los nativos y en los criollos la máxima: los indígenas mueren antes de tiempo. Premisa para propiciar un pensamiento crítico, y buscar el cambio en beneficio de todos.
La labor académica, perseguida y acorralada, de los Dominicos, simiente de la Universidad Primada de América, derrota ante los seres humanos, gran victoria para Dios, es el marco de los primeros catedráticos de nuestra tierra y de este continente.
La Universidad de Salamanca con sus principales expositores: Francisco de Vitoria y Domingo de Soto aportaron en la persona del teólogo catedrático Matías de Paz la doctrina americanista de la cuestión indigenista en el nuevo mundo. Esta doctrina es la razón de existir de la Universidad Autónoma de Santo Domingo que consiste en impartir educación en los deberes y derechos para la libre determinación de los pueblos, la obligatoriedad de la no discriminación de toda persona, para el ejercicio del trabajo humano realizado de forma libre y honrada según la propia elección y capacitación en la aceptación del mismo, para que las condiciones de toda actividad humana sean justas, satisfactorias y viables de acuerdo al bien que aportan a todos los organismos sociales, para la libre el agrupación para expresión de las ideas dentro de los parámetros de una ética que salvaguarde la interacción entre las personas, para la protección de los desvalidos, huérfanos, enfermos, discapacitados, viudas, desafortunados, accidentados, para la protección y asistencia a todas las familias, para el retiro y protección durante la vejez, para la provision de la alimentación, del vestido como derecho de todo ser humano y de ver por medio del trabajo, ayuda de los más limitados, para facilitar de todo tipo de educación, salud física, mental y espiritual, fomento de todas las ramas culturales, expresiones artísticas y deportivas y al progreso científico y tecnológico de forma que estén al alcance de todos.
LA UASD NOS NECESITA PARA CUMPLIR SU MISIÓN. NO LA ABANDONEMOS. TANTO LE DEBEMOS.