El ataque responde a las recientes agresiones israelíes en territorio libanés, provocando tensión en la región.
Santo Domingo.- En la madrugada de este domingo, el grupo chií libanés Hezbolá lanzó una ofensiva con "decenas de misiles" hacia la base militar y el aeropuerto de Ramat David, ubicado en la localidad israelí de Haifa.
Este ataque, considerado uno de los más grandes en la reciente escalada de violencia, ha sido presentado como una respuesta directa a las "repetidas agresiones" israelíes que han impactado diversas regiones del Líbano.
Según la cadena Al Manar, vinculada a Hezbolá, la organización armada utilizó misiles Fadi 1 y Fadi 2 para llevar a cabo la operación. "La Resistencia Islámica ha atacado la base militar israelí y el aeropuerto de Ramat David con decenas de misiles, alcanzando los objetivos de forma precisa y directa", señaló el comunicado emitido por el grupo.
Respuesta a bombardeos israelíes
Este contraataque fue en represalia a los bombardeos realizados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) el pasado viernes, que se cobraron la vida de al menos 37 personas y dejaron a 68 heridos en el sur de Beirut. Las autoridades de Hezbolá acusan a Israel de llevar a cabo ataques selectivos que han afectado áreas densamente pobladas, incrementando el número de víctimas civiles.
Además de este trágico saldo, Hezbolá señaló que en los días previos, explosiones de dispositivos de comunicación, como buscas y walkie-talkies, atribuidas a operaciones encubiertas israelíes, causaron la muerte de 39 personas y más de tres mil heridos en diversas partes del Líbano. Hasta el momento, Israel no ha emitido declaraciones oficiales sobre estas acusaciones.
Defensa y represalias en curso
Las FDI respondieron informando que "la mayoría" de los cohetes lanzados desde el Líbano fueron interceptados antes de alcanzar sus objetivos. "En relación con las sirenas de alerta en la región norte, diez cohetes fueron disparados desde Líbano, la mayoría de los cuales fueron interceptados. Uno de ellos impactó en la región, sin causar daños significativos", declaró Avichay Adraee, portavoz de las FDI en árabe, a través de la plataforma social X (antes conocida como Twitter).
Las autoridades militares israelíes confirmaron que al menos un hombre de 60 años resultó herido por metralla en el ataque. Los médicos han señalado que su estado es estable y sus lesiones son consideradas leves.
Tensión creciente y medidas de precaución
Ante el aumento de los ataques, el gobierno israelí ha decidido imponer nuevas restricciones en Haifa y otras zonas del norte del país. Estas medidas buscan proteger a la población civil, ante lo que se teme podría ser una escalada a gran escala en el conflicto con Hezbolá. Según el diario 'Times of Israel', se han establecido zonas de refugio y las autoridades han emitido alertas a la población para mantenerse en alerta máxima en las próximas horas.
El temor a un posible enfrentamiento a gran escala ha generado gran preocupación entre los residentes del norte de Israel. Las autoridades militares no descartan que Hezbolá pueda estar preparando nuevas ofensivas como parte de una estrategia más amplia de represalias, mientras continúan evaluando la situación en las zonas afectadas.
Reacción internacional y el papel de la diplomacia
La comunidad internacional ha comenzado a expresar su preocupación por el rápido deterioro de la situación entre Israel y Líbano. Algunos países han instado a ambas partes a reducir la tensión y evitar que la violencia se propague más allá de las fronteras actuales. Sin embargo, tanto Hezbolá como las FDI han dejado claro que continuarán sus acciones mientras consideren que la seguridad de sus respectivas poblaciones esté en riesgo.
Israel ha afirmado su derecho a defenderse de los ataques provenientes del Líbano, mientras que Hezbolá sostiene que no detendrá su resistencia hasta que cesen las agresiones israelíes. La situación sigue siendo volátil, y tanto los civiles israelíes como libaneses están atrapados en medio de este conflicto que parece lejos de resolverse.
Perspectivas a futuro
A medida que las hostilidades continúan, el riesgo de una guerra a gran escala entre Israel y Hezbolá es una preocupación real. Las próximas horas serán cruciales para determinar si se logra contener la violencia o si ambas partes se sumergen en una escalada aún mayor, con consecuencias impredecibles para la estabilidad de la región.