Nuevo estudio revela olas más grandes y peligrosas de lo pensado.
Las olas del océano no son solo gigantescas masas de agua en movimiento; pueden ser mucho más feroces y complejas de lo que la ciencia creía, y revela que bajo ciertas condiciones pueden alcanzar alturas hasta cuatro veces más pronunciadas de lo que se consideraba posible.
Y lo más impactante: pueden seguir creciendo incluso después de romperse se explica en un reciente estudio publicado en Nature y que recoge Europa Press.
Hasta ahora, se había asumido que las olas eran bidimensionales, es decir, se movían en una sola dirección, y todas las investigaciones sobre su ruptura se basaban en esta simplificación indica el equipo de investigadores liderado por el Dr. Samuel Draycott de la Universidad de Manchester y el Dr. Mark McAllister de la Universidad de Oxford.
Dijo que esto ha demostrado que las olas tridimensionales, con movimientos multidireccionales, son mucho más intensas y peligrosas que las bidimensionales. No solo se rompen más tarde, sino que continúan creciendo de forma descontrolada.
Olas multidireccionales: el monstruo oculto en el océano
El fenómeno se produce cuando las olas se desplazan en diferentes direcciones y se cruzan entre sí, lo que suele suceder en situaciones extremas como durante huracanes o cambios bruscos en la dirección del viento. El resultado: olas gigantescas que superan los límites establecidos y desafían la comprensión científica convencional.
El profesor Ton van den Bremer, de la Universidad Técnica de Delft, lo describe como un evento sin precedentes: "Cuando una ola convencional se rompe, forma una capa blanca y ya no hay vuelta atrás. Pero cuando una ola tridimensional se rompe, puede seguir creciendo, como un monstruo marino que no conoce límites".
Impacto en el diseño de estructuras marinas y la seguridad
Estas revelaciones ponen en jaque el diseño de las estructuras marinas actuales, como turbinas eólicas y plataformas petrolíferas, que se han construido bajo el supuesto de un comportamiento de olas bidimensionales.
El Dr. McAllister advierte: "Ignorar la tridimensionalidad de las olas podría llevar a subestimar su tamaño y, en consecuencia, a diseños menos seguros". La industria marítima podría enfrentarse a una urgente necesidad de revisar sus normas de construcción y seguridad para evitar desastres en el futuro.
Repercusiones globales en la comprensión de los océanos
Pero las implicaciones van más allá de la ingeniería. Según el Dr. Draycott, la ruptura de estas olas juega un papel crucial en el intercambio de gases entre el aire y el mar, incluyendo la absorción de CO2, y también afecta al transporte de partículas en los océanos, como el fitoplancton y los microplásticos.
Considera que comprender este comportamiento extremo es vital para mejorar los modelos climáticos y prever desastres naturales.
Lo cierto es que este hallazgo es un llamado de atención: el océano sigue guardando secretos insondables y peligros ocultos que desafían nuestra comprensión.
En un mundo donde el cambio climático exacerba fenómenos extremos, ignorar estos nuevos descubrimientos sería tan imprudente como enfrentarse a un huracán con un paraguas.