Hasta el 21 de diciembre, el país tendrá un clima cambiante y equilibrio casi perfecto entre el día y la noche.
Santo Domingo.-El otoño se caracteriza por ser una estación de transición entre el verano y el invierno, con cambios significativos en el clima, la naturaleza y la duración del día. Simboliza una época de transición y transformación, con una mezcla de serenidad y preparación para el invierno que está por llegar.
Durante los próximos 89 días, hasta el 21 de diciembre, República Dominicana experimentará un clima cambiante, marcado por el equilibrio casi perfecto entre el día y la noche.
Principales características:
1. Las temperaturas comienzan a descender progresivamente, especialmente en regiones de clima templado, dejando atrás el calor del verano y preparándose para el frío del invierno.
2. Los días se acortan y las noches se alargan. Esto ocurre debido a la inclinación de la Tierra, que hace que el hemisferio correspondiente reciba menos luz solar directa.
3. Los árboles caducifolios, en particular, comienzan a cambiar de color. Las hojas pasan de tonos verdes a amarillos, naranjas, rojos y marrones antes de caer al suelo. Este fenómeno se debe a la disminución de la producción de clorofila.
4. Es común observar cambios bruscos en el tiempo, con días soleados seguidos de lluvias y vientos fríos. En algunas regiones, las primeras nevadas pueden aparecer al final del otoño.
5. En muchas culturas, el otoño es tiempo de cosecha. Frutas y verduras como manzanas, calabazas, uvas y maíz son típicas de esta temporada.
6. El otoño comienza con el equinoccio otoñal, un día en que la duración del día y la noche es casi igual. Termina con el solsticio de invierno, cuando la noche es la más larga del año.
7. Algunos animales, como los osos, se preparan para la hibernación acumulando grasa. Otros, como ciertas aves, migran hacia regiones más cálidas.
El otoño en el Caribe
El otoño en el Caribe, incluyendo la República Dominicana tiene características bastante diferentes en comparación con las regiones templadas del hemisferio norte. En esta región la estación está marcada por un clima cálido, húmedo y lluvioso, con la amenaza constante de tormentas y huracanes. La naturaleza se mantiene verde y vibrante, sin los cambios de estación típicos de otras latitudes.
Aunque no se observan los cambios drásticos en temperatura o en el color de la vegetación típicos de esta estación, sí hay ciertos aspectos distintivos:
1. A diferencia de las regiones templadas, las temperaturas en el Caribe se mantienen cálidas durante el otoño, generalmente oscilando entre los 25 °C y 30 °C, e incluso más en algunas zonas costeras. No se experimenta el descenso de temperatura característico de la estación en otras partes del mundo.
2. El otoño coincide con la parte final y más activa de la temporada de huracanes, que se extiende desde junio hasta noviembre. Durante estos meses, el riesgo de ciclones tropicales y tormentas aumenta considerablemente, y es común la vigilancia constante de posibles sistemas que podrían impactar la región.
3. Es una época de lluvias intensas y frecuentes, especialmente en septiembre y octubre, cuando las ondas tropicales y vaguadas son más activas. Estas lluvias suelen venir acompañadas de tormentas eléctricas y, en ocasiones, de fuertes ráfagas de viento.
4. La humedad relativa sigue siendo alta, creando una sensación térmica de calor más intensa y pegajosa. Esto, sumado a las lluvias frecuentes, genera un clima tropical húmedo característico.
5. Aunque en el Caribe no se experimentan temperaturas invernales, hacia finales del otoño (noviembre) algunas islas, sobre todo las más al norte, pueden sentir la influencia de frentes fríos provenientes de Norteamérica, que traen consigo brisas más frescas y un leve descenso en las temperaturas.
6. La vegetación se mantiene exuberante y verde debido a las lluvias abundantes. No hay cambio en el color de las hojas como en las zonas templadas, y la flora tropical sigue siendo dominante.
7. Es una temporada de transición en el turismo. A medida que se acerca el fin de la temporada de huracanes, la afluencia de turistas comienza a aumentar nuevamente, especialmente a partir de noviembre, cuando el riesgo de ciclones disminuye.