Ven la urgencia de inyectar US$1,000 millones para estabilizar el mercado.
Santo Domingo.- El sistema financiero de la República Dominicana se encuentra al borde de una crisis cambiaria. Iván de Jesús García, presidente de la Federación Dominicana de Comerciantes, ha lanzado una advertencia desesperada al Banco Central para que intervenga de inmediato en el mercado cambiario con una inyección de al menos US$1,000 millones.
Según García, el dólar se ha disparado hasta RD$60.30, muy por encima de la proyección establecida en el Presupuesto General del Estado, lo cual amenaza con disparar los precios de bienes y servicios de manera incontrolable.
Alerta económica: el dólar fuera de control
García enfatizó que en la última semana se han registrado transacciones a RD$60.30 por dólar, un nivel que supera la barrera psicológica y económica de los RD$60 por 1. “Estamos viendo una escalada que no tiene explicación lógica, considerando que el Banco Central cuenta con reservas históricas de casi US$9,000 millones. No se entiende por qué, con estas reservas y el aporte significativo del sector turístico y las remesas de los dominicanos en el exterior, se está permitiendo que el dólar se desboque de esta manera”, cuestionó el dirigente.
Especuladores bajo la mira
La situación se agrava, según García, por la sospecha de que ciertos sectores están jugando con la estabilidad económica del país para sacar provecho de la volatilidad cambiaria. “Nos pusieron a los empresarios comerciales en fila para poder conseguir divisas, mientras que los especuladores están haciendo su agosto. Esto no puede seguir así. Necesitamos que el Banco Central actúe con firmeza y saque a estos especuladores del mercado”, declaró con indignación.
Impacto devastador en los precios
El aumento del dólar está a punto de desencadenar un tsunami inflacionario. “Los grandes comerciantes son los primeros en ajustar los precios debido a la reposición de inventario. Si hoy el millón de dólares cuesta RD$60,300,000 en vez de RD$59,300,000, ¿quién va a absorber ese millón adicional? Nadie. Eso se trasladará directamente a los consumidores”, advirtió García.
Dijo que el aumento del tipo de cambio implica un 2% adicional en costos para los comerciantes, que ya operan con márgenes de ganancia ajustados del 4% al 5% a nivel mayorista.
Intervención inmediata o caos económico
El llamado de García no es una simple sugerencia, es una exigencia urgente. “Si el Banco Central no interviene de inmediato, los precios de todos los productos y servicios en la República Dominicana se verán afectados. Desde la canasta básica hasta los servicios legales, todo está dolarizado y el pueblo dominicano no puede soportar otro golpe inflacionario”, subrayó.
Además, indicó que la intervención del Banco Central debe ser contundente, liberando entre US$500 y US$1,000 millones para estabilizar la tasa de cambio y recuperar la confianza en el peso dominicano.
Consecuencias en la vida diaria
El impacto de esta situación va más allá de los números y gráficos económicos. La realidad es que hasta los servicios más básicos están dolarizados. “Los abogados ya están cobrando sus consultas en dólares, con tarifas que van desde los 60 hasta los 150 dólares. Esto no solo afecta a los empresarios, sino a cada dominicano que necesita un servicio legal, que compra en el supermercado o que simplemente trata de sobrevivir en un país donde todo depende de la estabilidad cambiaria”, enfatizó el dirigente comercial.
Un clamor nacional
En su intervención, Iván de Jesús García dejó claro que no se trata solo de una preocupación empresarial, sino de un problema que afecta a toda la sociedad dominicana. “El Banco Central tiene la responsabilidad de proteger la estabilidad económica del país. No podemos permitir que la especulación domine el mercado y que sean los más vulnerables quienes paguen el precio de esta irresponsabilidad. El gobierno y el Banco Central deben actuar ya, antes de que sea demasiado tarde”, concluyó con firmeza.
Con esta declaración, García se posiciona como la voz de alerta ante una posible debacle económica, instando a las autoridades a tomar decisiones drásticas para evitar que el dólar se convierta en una bomba de tiempo que estalle en el corazón de la economía dominicana.