Resistencia de potencias globales a reformas estructurales del Consejo de Seguridad
Miami.-En una histórica pero controvertida votación, la Asamblea General de la ONU ha aprobado el Pacto por el Futuro, un plan que busca transformar la arquitectura internacional y fortalecer las capacidades de la comunidad global para enfrentar las crisis del siglo XXI. La aprobación del proyecto se logró a pesar de la férrea oposición de Rusia y otros países.
Así, 143 naciones apoyaron este proyecto que plantea reformas profundas, incluyendo la del Consejo de Seguridad, el sistema financiero internacional y la regulación de la inteligencia artificial.
El presidente de la Asamblea, Philemon Yang, destacó la urgencia del pacto, subrayando que “sentará las bases para un orden global sostenible, justo y pacífico”. Por su lado, António Guterres, secretario general de la ONU, enfatizó que el mundo no puede esperar “condiciones perfectas” para actuar ante desafíos globales apremiantes.
El Pacto busca adecuar la ONU a las complejidades del nuevo milenio, proponiendo decisiones valientes para evitar que la organización quede atrapada en la irrelevancia.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Rusia, junto a Bielorrusia y Nicaragua, manifestó su desacuerdo con el procedimiento y el contenido del pacto, abogando por un principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados.
Otros países como Corea del Norte, Siria, Sudán e Irán, votaron en contra, mientras que 15 naciones se abstuvieron.
El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Vershinin, criticó la premura del proceso y la inclusión de temas como el desarme y el rol de las ONG en la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
143 naciones apoyaron este proyecto que plantea reformas profundas, incluyendo la del Consejo de Seguridad, el sistema financiero internacional y la regulación de la inteligencia artificial.
"Técnicamente no hay nada que aprobar hoy. No es un fallo de la actual Asamblea General ni del presidente y su equipo. Han heredado este problema de sus predecesores y honestamente han intentado hacer lo mejor posible, pero les ha faltado tiempo", ha apuntado el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Vershinin, citado por la agencia de noticias rusa TASS.
Este pacto, concebido como una respuesta a la ineficiencia del sistema actual, es un intento audaz de reestructurar la ONU y sus agencias, con la mira en una mayor equidad global. Sin embargo, la falta de consenso subraya las tensiones geopolíticas que podrían obstaculizar su implementación efectiva.
El Pacto por el Futuro promete ser un parteaguas en la historia de la ONU, pero la oposición de potencias como Rusia plantea un escenario incierto.
La próxima batalla se librará en el terreno de las negociaciones diplomáticas, donde cada palabra y cada alianza serán cruciales para definir el destino de este ambicioso proyecto global.
Posición de Estados Unidos, China y la Unión Europea
Estados Unidos, China y la Unión Europea han mostrado posturas divergentes en torno al Pacto por el Futuro de la ONU, aunque con algunas coincidencias importantes.
Estados Unidos ha expresado un apoyo general a la reforma del sistema multilateral, en línea con su agenda de defender un orden internacional basado en normas. Sin embargo, ha subrayado la necesidad de que cualquier cambio en la estructura del Consejo de Seguridad de la ONU, por ejemplo, no afecte su capacidad para mantener la paz y la seguridad globales, especialmente en lo que respecta a los derechos de veto de los miembros permanentes.
Mientras que EE. UU. y la UE promueven una reforma más ambiciosa y estructural, China muestra una posición más cautelosa, buscando proteger sus intereses nacionales y los de los países en desarrollo frente a los posibles cambios.
China, por su parte, ha apoyado la idea de reformas en las instituciones internacionales, pero ha insistido en que estas deben respetar la soberanía de los Estados y no interferir en los asuntos internos de otros países. Pekín también ha destacado la necesidad de que cualquier reestructuración del sistema financiero global no perjudique a los países en desarrollo, una preocupación compartida con otros países del Sur Global.
La Unión Europea ha sido una defensora fuerte del Pacto, argumentando que la reforma de la ONU es esencial para abordar desafíos como la crisis climática, las desigualdades económicas y las amenazas emergentes de seguridad. La UE ha abogado por un Consejo de Seguridad más representativo y un sistema financiero internacional más equitativo, alineándose con las propuestas de reformas estructurales profundas que buscan modernizar el sistema multilateral para el siglo XXI