La economía dominicana sufre pese al crecimiento económico sostenido con empleo y remesas récord.
Santo Domingo.-El reciente “Informe de Situación Macroeconómica y Seguimiento de Coyuntura” del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo revela una preocupante depreciación del peso dominicano frente al dólar estadounidense. En agosto de 2024, el tipo de cambio registró un aumento interanual del 4.7%, situándose en 59.46 RD$ por US$, en un contexto donde la economía global enfrenta alta incertidumbre y volatilidad en los precios de las materias primas.
Aunque el ritmo de depreciación se desaceleró con respecto a los meses anteriores, donde superaba el 7.0%, la situación financiera sigue siendo alarmante. A pesar de esto, el informe destaca la resiliencia de los sectores productivos, con una expansión económica del 4.8% en julio y un acumulado de 5.0% en los primeros siete meses de 2024, superando el crecimiento del mismo periodo en 2023.
El pais logra una expansión económica del 4.8% en julio y un acumulado de 5.0% en los primeros siete meses de 2024, superando el crecimiento del mismo periodo en 2023.
El informe también resalta un notable incremento en las remesas, alcanzando los 952.3 millones de dólares en agosto, un 10.6% más que el año anterior. Sin embargo, este flujo económico, vital para muchas familias dominicanas, podría no ser suficiente para contrarrestar los efectos de la devaluación del peso y la presión inflacionaria, que, aunque controlada en un 3.42%, muestra signos de rebote en la inflación subyacente.
La situación laboral presenta un panorama mixto. Por un lado, el mercado laboral alcanzó un récord de 5 millones de ocupados, sumando casi 239 mil nuevos empleos, pero con un preocupante 59.2% de ellos en el sector informal. Esto sugiere una precariedad laboral persistente que podría poner en peligro la estabilidad económica a largo plazo.
En respuesta a estos desafíos, el gobierno dominicano ha implementado 62 medidas en diversos sectores, incluyendo agricultura, educación y seguridad ciudadana. A pesar de estos esfuerzos, la percepción generalizada es que las medidas no están logrando contrarrestar la depreciación del peso ni mejorar de manera significativa la calidad de vida de la población.