Los continuas ataques israelíes han dejado a 1.024 heridos y desplazamientos masivos
El conflicto entre Israel y Líbano ha alcanzado niveles alarmantes, con incursiones israelíes que han provocado la muerte de al menos 182 personas y más de 1.024 heridos, reportan medios libaneses. Entre las víctimas se encuentran mujeres, niños y personal paramédico, según el último comunicado del Ministerio de Salud libanés. El ataque israelí, que se intensificó desde esta mañana, ha generado un éxodo masivo de aldeanos del sur del Líbano, que buscan refugio ante el avance de las ofensivas militares.
Desde primeras horas del día, los aviones israelíes han lanzado una ofensiva aérea masiva, atacando más de 800 objetivos de Hezbollah en Líbano. Los bombardeos han causado daños devastadores en ciudades y aldeas del sur, así como en la región de la Bekaa, extendiéndose hasta los páramos de Hermel. El rugir de las explosiones ha sacudido los cimientos de numerosas poblaciones, dejando un rastro de destrucción y desesperación.
Éxodo masivo y destrucción de infraestructura civil
Mientras que el ejército israelí ha intensificado sus advertencias, instando a los residentes del sur del Líbano a abandonar las áreas cercanas a los sitios de Hezbollah, en previsión de redadas "más intensas y precisas". Esta mañana, miles de personas comenzaron a huir de sus hogares, mientras el temor de nuevos bombardeos crecía entre los pobladores. Las incursiones se han centrado en áreas densamente pobladas, incluyendo infraestructuras civiles, en un intento de destruir los depósitos de misiles y cohetes supuestamente controlados por Hezbollah.
Las autoridades libanesas denuncian que las fuerzas israelíes están apuntando deliberadamente a edificios civiles, lo que ha exacerbado la crisis humanitaria en la región. "Estamos enfrentando una catástrofe sin precedentes", expresó un alto funcionario de la Cruz Roja libanesa, aludiendo a la creciente cifra de muertos y heridos, así como al desplazamiento de miles de personas.
Israel defiende ofensiva ante posible amenaza inminente
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha defendido la ofensiva, argumentando que los ataques buscan prevenir una amenaza inminente contra Israel. "Estamos destruyendo millas de misiles y cohetes destinados a nuestras ciudades", declaró Netanyahu desde el Centro de Comando de la Fuerza Aérea en Tel Aviv. Según el mandatario, los ataques están "cambiando el equilibrio de poder" en la región, en referencia a Hezbollah, a quien acusa de planear un ataque masivo contra Israel.
Netanyahu reiteró la política de Israel de "anticiparse a la amenaza" y aseguró que las operaciones militares continuarán hasta eliminar completamente los arsenales de misiles de Hezbollah. "No esperaremos a ser atacados, actuamos preventivamente y atacamos con máxima fuerza", subrayó.
Respuesta de Hezbollah y amenazas de una guerra total
Hezbollah no ha tardado en responder a los ataques israelíes, lanzando una serie de cohetes hacia el norte de Israel, apuntando específicamente a áreas cercanas a Haifa y el valle de Jezreel. Aunque no se reportaron víctimas mortales, cinco personas resultaron heridas por metralla en los ataques matutinos. El grupo militante ha advertido que las represalias continuarán si Israel no detiene sus incursiones.
La comunidad internacional ha mostrado su preocupación ante la creciente escalada de violencia. Naciones Unidas y varios países han emitido llamados urgentes para un alto al fuego, temiendo que el conflicto se desborde y se convierta en una guerra total entre Israel y Hezbollah.
La región en el ojo del huracán
Con la escalada de ataques, la tensión en la región sigue aumentando, mientras se suceden las advertencias de un conflicto aún mayor. En tanto, las fuerzas israelíes continúan sus bombardeos, y Hezbollah responde con nuevos ataques en lo que podría ser el preludio de un conflicto prolongado.
La comunidad internacional, aunque preocupada, parece incapaz de intervenir de manera efectiva para detener la violencia. La pregunta que muchos se hacen ahora es cuánto tiempo pasará antes de que la situación estalle en un conflicto de mayores proporciones, con consecuencias devastadoras para toda la región.
El futuro inmediato parece incierto, pero lo que está claro es que las incursiones y los ataques están lejos de terminar. Tanto Israel como Hezbollah se preparan para días de intensos enfrentamientos, con la población civil atrapada en medio de un conflicto que cada día cobra más vidas y destruye más hogares.