Investigación revela restricciones que afectan a empresas y gobiernos europeos gravemente
Santo Domingo.-En una jugada que sacude el ámbito tecnológico, Google ha denunciado a Microsoft ante la Comisión Europea por imponer su plataforma en la nube, Azure, a través de licencias restrictivas que limitan a las empresas la posibilidad de trasladar contenidos a nubes competidoras.
La denuncia Google subraya la ausencia de barreras técnicas que justifiquen tales restricciones, levantando una bandera roja sobre la competitividad en el mercado.
Bruselas, que ya había comenzado en julio una investigación formal contra Microsoft por la imposición de 'Teams' a los usuarios de Office, ahora ampliará su escrutinio a las prácticas en la nube, analizando la queja de Google bajo procedimientos establecidos. Sin embargo, una portavoz comunitaria ha evitado emitir juicios previos sobre la denuncia.
Según Google, las políticas de Microsoft han “forzado” a los clientes de Windows Server a optar por Azure o enfrentar un desmesurado aumento de precios de hasta el 400% al utilizar servicios en la nube de otros competidores, recoge Europa Press.
“Esto ha dañado significativamente a las compañías y gobiernos europeos, asfixiando la competencia y generando un coste anual de 1.000 millones de euros”, argumenta Google, subrayando además el riesgo que supone para las organizaciones lidiar con la inadecuada cultura de seguridad de Microsoft.
Según Google, las políticas de Microsoft han “forzado” a los clientes de Windows Server a optar por Azure o enfrentar un desmesurado aumento de precios de hasta el 400% al utilizar servicios en la nube de otros competidores, recoge Europa Press.
La acusación también sostiene que Microsoft ha mantenido a sus clientes "atrapados" en 'Teams' mediante tácticas anticompetitivas, replicando ahora este comportamiento en su plataforma de nube.
Indica que las repercusiones de estas prácticas no solo elevan los costos para las empresas europeas, sino que también acarrean “efectos adversos” para los contribuyentes, restringiendo a distribuidores y socios revendedores.
Al parecer, este enfrentamiento entre titanes tecnológicos no es solo un asunto de competencia; es una lucha por la integridad del mercado y la defensa de prácticas comerciales justas.
Mientras tanto, la comunidad europea está interesada en actuar con firmeza para proteger a sus empresas y garantizar un entorno de innovación libre y equitativo.
Ven que la vigilancia y la regulación son imprescindibles para frenar estas prácticas que amenazan la diversidad y el avance tecnológico en el viejo continente.