Países se defienden ante acusaciones sobre su posible implicación en fabricación de artefactos explosivos
La reciente serie de explosiones en Líbano, que han dejado decenas de muertos y miles de heridos, ha desatado una ola de acusaciones sobre la fabricación de los dispositivos explosivos, comúnmente conocidos como 'buscas'. Varios países, incluidos Noruega, Bulgaria, Hungría y Taiwán, han respondido rápidamente, intentando desvincularse de esta tragedia.
Noruega ha sido uno de los primeros en reaccionar, anunciando la apertura de una "investigación preliminar" sobre la posible conexión de una empresa noruega con la venta de los artefactos al grupo chií Hezbolá, que fue víctima de las explosiones. Según Haris Hrenovica, fiscal del Servicio de Seguridad de la Policía (PST), se están evaluando las informaciones que vinculan a una empresa de su país con esta actividad delictiva.
Por su parte, Bulgaria ha tomado medidas similares, iniciando una investigación contra Norta Global, una empresa fundada en 2022 por el noruego Rinson Jose. La Agencia de Seguridad Nacional de Bulgaria (NSSA) ha declarado que, a pesar de las acusaciones, no existen pruebas de que los 'buscas' hayan sido fabricados o exportados desde Bulgaria, recoge Europa Press..
Así, en un intento por calmar las tensiones, las autoridades búlgaras subrayaron que Norta Global no ha realizado transacciones bajo su jurisdicción relacionadas con la compra o venta de estos artefactos.
La serie de explosiones en Líbano no solo ha provocado una respuesta inmediata de los gobiernos implicados, sino que también ha puesto de manifiesto la complejidad y los riesgos de la producción y venta de armamento a grupos militantes.
Mientras tanto, las investigaciones apuntaron a una empresa taiwanesa, Gold Apollo, que rápidamente intentó deslindarse de las acusaciones al afirmar que había cedido los derechos de fabricación a BAC Consulting, una firma con sede en Hungría. Sin embargo, el gobierno húngaro defendió la posición de BAC Consulting, describiéndola como un simple "intermediario comercial" sin capacidad para fabricar dispositivos explosivos.
La red de complicaciones se ha vuelto aún más intrincada, ya que fuentes búlgaras han declarado que, en realidad, Norta Global fue la que facilitó la venta de los dispositivos a Hezbolá, sugiriendo que la verdadera responsabilidad podría recaer sobre esta empresa en lugar de las que intentan desvincularse del escándalo.
La serie de explosiones en Líbano no solo ha provocado una respuesta inmediata de los gobiernos implicados, sino que también ha puesto de manifiesto la complejidad y los riesgos de la producción y venta de armamento a grupos militantes.
A medida que las investigaciones avanzan, se espera que se arroje más luz sobre la red de conexiones que han llevado a esta tragedia, lo que plantea preguntas fundamentales sobre la responsabilidad internacional y la regulación del comercio de armas.
Los sucesos en cuestion en el Libano ocurren como antesalas de la ofensiva militar que inicIo israel contra ese pais, que ha dejado otros centenares de muertos y miles heridos, asi como numerosos desplazamientos de sus habiltanes hacia paises vecinos.