Las autoridades estiman que el número de desplazados podría llegar a 400.000, con miles huyendo hacia Siria ante la intensificación de la violencia
La reciente escalada de ataques por parte de Israel en diversas zonas del Líbano ha provocado un desplazamiento masivo de la población libanesa. Según un balance provisional de la ONU, más de 90.000 personas han debido abandonar sus hogares en los últimos días. Sin embargo, las autoridades libanesas estiman que el número de desplazados podría alcanzar aproximadamente 400.000, una cifra significativamente superior al informe anterior de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) del 19 de septiembre, que registraba 111.000 desplazados.
Desde el 23 de septiembre, se han reportado otros 90.530 desplazamientos, incluyendo a personas que ya habían tenido que moverse previamente por temor a ataques. De estos desplazados, casi 40.000 han buscado refugio en más de 283 albergues habilitados por la ONU.
Por su parte, el Gobierno de Líbano, representado por el ministro de Exteriores Abdalá bu Habib, ha indicado que la cifra total de desplazados podría acercarse al medio millón. Además, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha informado que miles de familias están huyendo hacia Siria debido a la intensificación de los bombardeos. Muchas de estas familias enfrentan dificultades adicionales, como vehículos atascados en la frontera y desplazamientos a pie con pocas pertenencias.
Esta situación refleja una crisis humanitaria en aumento, exacerbada por la confrontación prolongada entre las fuerzas israelíes y el grupo chií Hezbolá en la frontera. La magnitud del desplazamiento y las condiciones en las que se encuentran los refugiados subrayan la urgente necesidad de asistencia internacional y esfuerzos diplomáticos para aliviar el conflicto y proteger a la población civil.