Expertos sugieren priorizar enfoque de salud pública y prevención en RD
Santo Domingo, RD – La designación del presidente Luis Abinader para liderar la Coalición contra las Drogas Sintéticas en el Caribe, propuesta por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, representa un reto y una oportunidad crucial para República Dominicana. Las drogas sintéticas, como la 2CB (Tucibi o Tuci), están ganando notoriedad a nivel global y en el país, especialmente en los sectores de alta sociedad, donde estas sustancias, de alto costo y composición variable, son populares.
El panorama de las drogas sintéticas, conocidas por su capacidad para mezclarse con diversas sustancias como ketamina, anfetaminas y LSD, constituye un desafío para los sistemas de control de drogas convencionales, lo que aumenta los riesgos para la salud pública. La llamada "cocaína rosada" o 2CB es un claro ejemplo de este fenómeno, donde su alto precio y su distribución limitada a las élites hacen que escape del radar de las políticas tradicionales antidrogas en el país.
Desigualdad en el enfoque de las políticas antidrogas
Organizaciones como Casa Abierta han señalado que la política nacional sobre drogas ha tenido históricamente un enfoque represivo, centrado en sectores empobrecidos, mientras que el consumo en sectores acomodados queda fuera del alcance de estas medidas. Esta disparidad refleja la necesidad urgente de una revisión de las políticas nacionales, especialmente ante el mandato de liderar una coalición internacional.
En Europa, el precio de un gramo de 2CB puede alcanzar los 900 euros, lo que refleja que este tipo de drogas son accesibles principalmente para sectores de alto poder adquisitivo. Este hecho pone en evidencia un vacío en las políticas nacionales que deben adaptarse para cubrir todos los estratos de la sociedad.
Casa Abierta propone enfoque integral
Casa Abierta ha destacado que, si la Coalición contra las Drogas Sintéticas se basa únicamente en la represión, como la fallida estrategia de la "guerra contra las drogas", no se logrará un cambio significativo. Sin embargo, sugieren que Abinader tiene la oportunidad de liderar un enfoque diferente, centrado en la salud pública, prevención y atención integral.
Entre las recomendaciones que proponen se encuentra la modificación de la legislación nacional para adecuarla a los nuevos estándares internacionales, que abogan por políticas de prevención, tratamiento integral y respeto a los derechos humanos. Además, instan a trasladar el Consejo Nacional de Drogas al Ministerio de Salud Pública y a incluir la participación de sectores clave como educación, juventud, mujer, deportes y cultura.
Un cambio de enfoque para liderar la región
El liderazgo de Abinader en esta coalición puede marcar un antes y un después en la política de drogas en la región. Para ello, Casa Abierta sugiere que se deben desarrollar estrategias de alcance y reducción de riesgos que ofrezcan atención a las personas afectadas por trastornos de consumo de sustancias, así como realizar estudios nacionales que identifiquen la realidad del consumo de drogas en República Dominicana.
La entidad también propone organizar un seminario internacional para discutir la despenalización de ciertos consumos, como el cannabis para uso medicinal, lo que permitiría explorar enfoques más efectivos y humanos frente a la crisis de drogas.
La importancia de "ordenar la casa"
El llamado a “ordenar la casa primero” es un mensaje claro para el gobierno dominicano, que debe hacer frente a las realidades emergentes del consumo de drogas en todos los niveles sociales. Casa Abierta considera que una estrategia que incluya no solo la represión, sino también la prevención, educación y tratamientos adecuados, será esencial para que República Dominicana lidere con éxito la Coalición contra las Drogas Sintéticas y establezca un modelo a seguir para otros países de la región.
“El presidente Abinader tiene la oportunidad de marcar la diferencia, alejándose de estrategias fallidas y centrándose en una política integral y humanitaria, que no solo combata el consumo de drogas, sino que también ofrezca soluciones reales a las personas afectadas”, señaló Casa Abierta en un comunicado.
Asumir este reto con un enfoque moderno y efectivo podría posicionar a la República Dominicana como un referente en la lucha contra las drogas sintéticas en la región, pero para ello, es crucial comenzar con reformas internas y un cambio de paradigma.