La muerte de Nasralá podría desencadenar una escalada de violencia
MADRID, España, (Europa Press).- El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi ha lanzado una severa advertencia desde Nueva York, insinuando que la guerra con Israel es una posibilidad real, tras la muerte de Hasán Nasralá, líder del partido-milicia libanés Hezbolá, en un bombardeo israelí el pasado viernes. Según Araghchi, "todas las posibilidades están abiertas", mientras la tensión en la región continúa aumentando.
En declaraciones recogidas por la agencia de noticias iraní Fars, Araghchi afirmó que la situación es extremadamente peligrosa y que la región está al borde de una guerra. “Todo el mundo reconoce el peligro de una guerra en la región. Esta situación es muy peligrosa y todas las posibilidades están abiertas en este momento”, expresó el diplomático iraní.
Nasralá: Un símbolo que sigue vivo
A pesar de la muerte de Nasralá, Araghchi dejó claro que este hecho no debilitará a Hezbolá. Según sus palabras, "la sangre del mártir Hasán Nasralá aumenta la fuerza de Hezbolá, su impulso y el crecimiento de sus efectivos". En su opinión, el movimiento chií libanés se verá reforzado por la pérdida de su líder, lo que implica una intensificación en la resistencia contra Israel.
El ministro iraní fue más allá, al asegurar que las acciones militares de Israel en la región, tanto en Líbano como en Gaza, están condenadas a fracasar. Según sus palabras, Israel "ha dejado a esta entidad sin ningún futuro en la región", advirtiendo que el país "jamás tendrá paz" debido a lo que calificó como un "crimen" que acelerará el declive de lo que llamó la "entidad sionista".
Acusaciones contra Estados Unidos
Araghchi también acusó a Estados Unidos de ser cómplice en el asesinato de Nasralá, asegurando que su muerte no quedará sin venganza. "Es evidente que la sangre de estos mártires no quedará sin venganza", afirmó, reiterando el firme apoyo de Irán a Líbano. Además, subrayó que Irán continuará apoyando los esfuerzos de resistencia contra Israel, sugiriendo que podría haber represalias en respuesta al ataque.
En un encuentro con el secretario general de la ONU, António Guterres, el ministro iraní pidió que la organización internacional actúe para detener lo que calificó como "crímenes sionistas". Durante su conversación con Guterres, Araghchi lamentó que el Consejo de Seguridad de la ONU haya sido incapaz de solucionar los problemas en la región debido, según él, a la influencia obstructiva de Estados Unidos, que ha bloqueado todas las iniciativas para frenar las acciones de Israel.
La muerte de un comandante iraní en el ataque
Además de la muerte de Nasralá, la Guardia Revolucionaria de Irán confirmó la muerte de su comandante Abbas Nilfroushan, quien falleció en el ataque israelí sobre Beirut. Nilfroushan era un alto mando y veterano de la Guardia Revolucionaria, quien, según el comunicado emitido, había desempeñado roles clave en las Fuerzas Terrestres de Irán y en la rama de operaciones del Cuartel General del Ejército General.
El comunicado de la Guardia Revolucionaria lamentó la pérdida de Nilfroushan, a quien describieron como un "orgulloso veterano de la santa defensa" y resaltaron su labor en la instrucción y formación de las fuerzas iraníes en Líbano. En el texto, se condenaron los "graves crímenes cometidos por el régimen sionista en Líbano" y se trasladó el pésame por su muerte y la de los demás fallecidos en el ataque.
Respuesta diplomática y militar
Por su parte, el ministro Araghchi dejó claro que la respuesta de Irán no será solo militar, sino también diplomática. En sus declaraciones, afirmó que Irán hará uso de todas sus capacidades diplomáticas para exigir rendición de cuentas por los ataques israelíes y garantizar que se haga justicia por las muertes causadas.
La escalada de tensiones entre Irán e Israel, exacerbada por este último ataque, podría derivar en un conflicto mayor, algo que preocupa a la comunidad internacional. Sin embargo, por el momento, las partes involucradas se encuentran en un juego peligroso de advertencias y amenazas, con un futuro incierto para la paz en Oriente Medio.