Telómeros acortados y mayor riesgo de enfermedades tras recuperación viral
Una reciente investigación ha revelado que el paso prolongado por la UCI y el uso de ventilación mecánica invasiva en pacientes de Covid-19 acelera el acortamiento de los telómeros, un signo clave de envejecimiento celular.
Este fenómeno, observado un año después de la recuperación, sugiere que dichos pacientes podrían estar en mayor riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la edad y problemas respiratorios indican investigadores del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII)
El estudio, publicado en la revista Critical Carey recoge Europa Press, fue liderado por un equipo de expertas del ISCIII en colaboración con diversos hospitales españoles, y confirma que la senescencia celular inducida por el virus SARS-CoV-2 podría no ser reversible.
Los pacientes con estancias más largas en la UCI o que requirieron ventilación mecánica invasiva presentaron un marcado acortamiento telomérico. Esto se agravó en quienes desarrollaron fibrosis pulmonar, lo que aumenta el riesgo de enfermedades graves a largo plazo.
Ante estos hallazgos, los investigadores subrayan la importancia de un seguimiento exhaustivo para aquellos que atravesaron una infección grave.
Este hallazgo es especialmente preocupante, ya que sugiere que el proceso de envejecimiento celular podría continuar más allá de la recuperación aparente del paciente.
Este estudio marca un hito en la comprensión del impacto a largo plazo que la infección por SARS-CoV-2 puede tener en los pacientes que enfrentaron las formas más severas de la enfermedad. La senescencia celular, un estado en el que las células dejan de dividirse sin morir, está estrechamente vinculada con el envejecimiento acelerado, la inflamación y el deterioro de los tejidos. El acortamiento de los telómeros —los extremos de los cromosomas que protegen la información genética— es una de las señales más claras de este envejecimiento.
Los datos recabados por los investigadores en pacientes tratados en la UCI entre agosto de 2020 y abril de 2021 indican que aquellos con estancias más prolongadas y que necesitaron ventilación invasiva mostraron un deterioro más significativo en la longitud de sus telómeros, incluso un año después de superar el Covid-19. Este hallazgo es especialmente preocupante, ya que sugiere que el proceso de envejecimiento celular podría continuar más allá de la recuperación aparente del paciente.
En particular, los individuos que desarrollaron fibrosis pulmonar tras su paso por la UCI presentaron el mayor grado de acortamiento telomérico. La fibrosis pulmonar, una condición en la que el tejido pulmonar se vuelve grueso y rígido, limita la capacidad respiratoria y puede llevar a complicaciones severas a largo plazo. Los investigadores destacan que el seguimiento estrecho de estos pacientes es crucial para prevenir o mitigar los efectos adversos del envejecimiento prematuro inducido por el virus.
La incertidumbre del futuro: ¿Es reversible el daño?
A pesar de los avances en el entendimiento de cómo el Covid-19 afecta la longitud de los telómeros y el envejecimiento celular, los científicos admiten que aún no está claro si estos efectos pueden revertirse con el tiempo o si los pacientes quedarán expuestos a un riesgo perpetuo de desarrollar enfermedades relacionadas con la edad.
La investigación subraya la necesidad de continuar estudiando a estos pacientes en el largo plazo, explorando posibles terapias o intervenciones que puedan detener o revertir el acortamiento de los telómeros y los efectos de la senescencia.
Mientras tanto, este estudio pone en el centro del debate médico y científico la importancia de abordar no solo la fase aguda de la infección por Covid-19, sino también sus devastadoras secuelas a largo plazo, que podrían afectar la calidad de vida de miles de sobrevivientes en todo el mundo.