Tropas israelíes avanzan en operaciones contra túneles de Hezbolá en el norte
Medios israeliés están informando que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han iniciado incursiones limitadas en el sur del Líbano, penetrando túneles subterráneos de Hezbolá cercanos a la frontera con Israel. Estas operaciones, descritas como “selectivas”, tienen como objetivo recolectar información estratégica y dañar las capacidades del grupo militante respaldado por Irán. Según el informe del periodico estadounidense Wall Street Journal, estas misiones involucran a fuerzas especiales que ingresan a la red de túneles que Hezbolá ha excavado cerca de la Línea Azul, la frontera que separa a Israel del Líbano.
Los túneles de Hezbolá, utilizados para mover combatientes y suministros sin ser detectados, han sido una preocupación constante para Israel, especialmente desde la última gran escalada de violencia en la región en 2006. Estas incursiones subterráneas buscan reducir la capacidad de Hezbolá para lanzar ataques sorpresa o infiltrar fuerzas en territorio israelí. Funcionarios israelíes aseguran que estas operaciones son parte de una preparación más amplia para una posible incursión terrestre a gran escala, aunque por el momento, las actividades se mantienen en un nivel limitado y estratégico.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha reiterado que Israel está listo para cualquier tipo de acción que sea necesaria para neutralizar la amenaza de Hezbolá. “Estamos llevando a cabo operaciones que cambiarán la situación de seguridad en la región y nos permitirán devolver la tranquilidad a los ciudadanos de Israel”, afirmó Gallant durante una reunión con altos mandos militares en la frontera.
Estas actividades también coinciden con el aumento de tensiones en el norte de Israel. Hezbolá ha lanzado múltiples misiles desde Líbano en las últimas semanas, algunos de los cuales fueron interceptados por las FDI. Las incursiones subterráneas en túneles de Hezbolá buscan desactivar este tipo de ataques, eliminando los recursos logísticos que facilitan su ejecución.
Mientras tanto, las preocupaciones sobre una escalada mayor en la región continúan creciendo. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha solicitado un alto el fuego inmediato y ha expresado su preocupación por las acciones israelíes. “Queremos ver una solución a largo plazo para la región”, declaró Biden, subrayando que las operaciones de Israel deben estar alineadas con los esfuerzos diplomáticos para evitar una guerra total. El secretario de Estado, Anthony Blinken, también ha sostenido reuniones con los ministros de Asuntos Exteriores de Francia y Reino Unido en un intento por desescalar la situación.
Sin embargo, desde Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha mantenido su postura firme, advirtiendo que no hay lugar en Medio Oriente que esté fuera del alcance de Israel. Esto se da en un contexto de mayor presión internacional, luego del asesinato del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, en un ataque israelí. La muerte de Nasrallah ha dejado un vacío de poder en Hezbolá, que podría aumentar aún más la inestabilidad en la región.
La situación sigue siendo volátil y, aunque las incursiones israelíes están limitadas por ahora, existe el temor de que puedan escalar hacia un conflicto más amplio entre Israel y los grupos militantes respaldados por Irán. Las fuerzas israelíes continúan monitoreando de cerca las actividades de Hezbolá en la región, mientras la comunidad internacional observa con preocupación la creciente tensión entre ambas naciones.