Presenta una grave herida de bala en el muslo izquierdo y otra lesión en la región lumbar
Santo Domingo.-El coronel Ricardo Bidó, rescatado tras ser rehén en el recinto penitenciario de Azua, lucha por su vida en el Hospital General Docente de la Policía Nacional. Sufre múltiples heridas de bala tras un enfrentamiento con Maikol Deivy Ramírez (Yembron), el interno que lo mantuvo secuestrado junto al agente penitenciario Alberto Montilla. En un dramático operativo, Ramírez fue abatido, y ahora se investiga cómo consiguió un arma dentro del centro penitenciario.
El coronel Ricardo Bidó, herido en tres ocasiones durante el dramático secuestro, fue sometido a atención médica inmediata tras su rescate. Presenta una grave herida de bala en el muslo izquierdo, con entrada y salida por ambos lados, además de otra lesión en la región lumbar. La complejidad de sus heridas requiere un seguimiento intensivo, mientras su estado genera preocupación entre las autoridades y compañeros de la Policía Nacional.
La operación no estuvo exenta de tragedia
El operativo de rescate, llevado a cabo con precisión, concluyó con la liberación del agente penitenciario Alberto Montilla, quien también había sido tomado como rehén por el interno Maikol Deivy Ramírez.
Sin embargo, la operación no estuvo exenta de tragedia: Ramírez, quien mantenía bajo amenaza a Bidó y Montilla, fue abatido durante el intercambio de disparos.
Las circunstancias exactas de la muerte del interno están bajo el escrutinio del Ministerio Público, que ha iniciado una investigación exhaustiva.
La incertidumbre detrás del arma en manos del recluso
Uno de los puntos más oscuros del incidente gira en torno a cómo Maikol Deivy Ramírez logró hacerse con un arma de fuego dentro de la prisión. Al respecto, la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC) ha abierto una investigación interna para esclarecer este inquietante hecho.
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El acceso de un recluso a un arma de fuego plantea serias preguntas sobre la seguridad dentro del penal de Azua, lo que ha provocado una reacción inmediata tanto de las autoridades penitenciarias como del Ministerio Público.
Mientras avanza la investigación, las autoridades penitenciarias y el Ministerio Público han prometido que no escatimarán esfuerzos para determinar responsabilidades y evitar que un evento como este vuelva a ocurrir.