Cadenas de suministro en riesgo por huelga histórica
MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) — Este martes, una huelga de 45.000 estibadores ha comenzado en la Costa Este y el Sur de Estados Unidos, amenazando con paralizar algunos de los puertos más importantes del país. El paro podría costar a la economía estadounidense unos 5.000 millones de dólares (4.511 millones de euros) al día y provocar un repunte de la inflación si las cadenas de suministro se ven afectadas.
Los trabajadores, representados por la Asociación Internacional de Estibadores (ILA), abandonaron sus puestos a medianoche tras expirar sus contratos, comprometiendo la actividad en 36 instalaciones portuarias clave, incluyendo puertos de Nueva York, Baltimore, Virginia, Savannah (Georgia) y Houston.
A pesar de la gravedad de la situación, el sindicato ha asegurado que los cargamentos militares seguirán siendo procesados y que el tráfico de cruceros comerciales no se verá afectado, buscando minimizar el impacto en sectores críticos y en el turismo.
Primera huelga desde 1977
Esta es la primera huelga de estibadores en la Costa Este desde 1977, y se produce después de que fracasaran las negociaciones para un nuevo convenio entre la ILA y la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX), que representa a unas 40 navieras y operadoras portuarias. Los principales puntos de desacuerdo incluyen las negociaciones salariales y la automatización de ciertas operaciones portuarias.
El convenio anterior, ya caducado, establecía salarios que oscilaban entre los 20 dólares (18,04 euros) por hora y un máximo de 39 dólares (35,18 euros). El sindicato busca un aumento salarial del 77% a lo largo de seis años en el nuevo contrato, aspirando a alcanzar un tope de 69 dólares (62,25 euros) la hora para el año 2030.
Apoyo sindical y críticas a los empresarios
El Departamento de Transportes (TTD) de la Federación Estadounidense del Trabajo y el Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), la mayor federación sindical de Estados Unidos, emitió una declaración en apoyo a los estibadores antes del inicio de la huelga.
"Seamos claros: los empresarios, no los trabajadores, han eludido su responsabilidad y han aplazado las negociaciones laborales hasta el último momento, cuando el daño al público y a la cadena de suministro nacional sería más perjudicial", afirmaron Greg Regan y Shari Semelsberger, presidente y secretaria-tesorera del TTD, respectivamente.
"Mientras, USMX intenta echar la culpa a los trabajadores que se encargan de hacer funcionar nuestra cadena de suministro cuando son ellos los responsables", añadieron, subrayando que la responsabilidad recae en los empleadores por no llegar a un acuerdo justo y oportuno.
Llamado a la negociación y preocupación gubernamental
Por su parte, la Casa Blanca ha instado a ambas partes a alcanzar un acuerdo que no ponga en riesgo la economía estadounidense. Aunque el gobierno ha expresado su preocupación por el impacto potencial en las cadenas de suministro y la inflación, ha descartado intervenir ordenando el regreso forzoso de los estibadores a sus puestos de trabajo.
La paralización de estos puertos clave podría exacerbar los problemas en las cadenas de suministro globales, ya afectadas por la pandemia y otros conflictos laborales recientes. Expertos económicos advierten que un estancamiento prolongado podría llevar a retrasos en la entrega de mercancías, escasez de productos y aumento de precios para los consumidores.
Impacto económico y posibles consecuencias
El coste estimado de 5.000 millones de dólares diarios refleja no solo la pérdida directa en operaciones portuarias, sino también el efecto dominó en industrias que dependen de la importación y exportación de bienes. Sectores como el automotriz, el tecnológico y el minorista podrían sufrir interrupciones significativas si la huelga se prolonga.
Además, la tensión en las cadenas de suministro podría contribuir a un repunte de la inflación, un problema que ya preocupa a los responsables de la política económica en Estados Unidos.
Futuro incierto y necesidad de soluciones
Con la economía estadounidense en una fase delicada, la resolución rápida de este conflicto laboral es crucial. Ambas partes enfrentan presiones para llegar a un acuerdo que satisfaga las demandas de los trabajadores y permita a las empresas continuar operando de manera eficiente.
La comunidad empresarial y los consumidores observan con preocupación el desarrollo de las negociaciones, conscientes de que el resultado tendrá implicaciones significativas para la economía nacional y global.
La huelga de estibadores en la Costa Este es un recordatorio de la importancia de los trabajadores portuarios en la economía mundial y de la necesidad de negociaciones laborales justas y oportunas.