La devastación sacude a seis estados de EEUU con 130 muertos confirmados y 600 desaparecidos
Miami.-El huracán Helene ha dejado un rastro de muerte y destrucción sin precedentes en Estados Unidos, con un saldo provisional de 130 fallecidos y más de 600 personas desaparecidas en seis estados. La asesora de Seguridad Nacional, Liz Sherwood-Randall, advirtió que la cifra de muertos podría ascender a 600 si no se localizan los desaparecidos, instando a la población a "esperar" ante la incertidumbre de los números finales.
Carolina del Norte y Carolina del Sur han sido los estados más afectados, con 56 y 30 muertos respectivamente, mientras Georgia, Florida, Tennessee y Virginia también reportan víctimas mortales. Chimney Rock, un pequeño pueblo de Carolina del Norte, ha sido devastado completamente, según su alcalde Peter O’Leary, quien describió la situación como un "desastre total", con casas y comercios destruidos y decenas de desaparecidos. Estas palabras del alcalde O’Leary, reflejan el sentimiento de impotencia que domina en las comunidades devastadas: "No estamos preparados para algo así".
Expertos advierten que Helene es el huracán más poderoso que ha azotado la región de Big Bend en Florida, y los pronósticos indican la posible formación de una nueva tormenta en los próximos días, lo que aumenta el temor en las zonas ya afectadas.
La situación en el sureste de Estados Unidos es crítica. A cuatro días del impacto del huracán Helene, los equipos de rescate luchan contra la falta de infraestructura funcional, con miles de residentes atrapados o incomunicados que enfrentan una situación desesperante, con viviendas destruidas y la infraestructura colapsada.
Expertos advierten que Helene es el huracán más poderoso que ha azotado la región de Big Bend en Florida, y los pronósticos indican la posible formación de una nueva tormenta en los próximos días, lo que aumenta el temor en las zonas ya afectadas.
Las autoridades temen que las cifras de muertos y desaparecidos sigan en aumento, mientras las operaciones de búsqueda y rescate se ven obstaculizadas por los destrozos en las carreteras y la falta de electricidad.
Los expertos en meteorología alertan sobre la creciente frecuencia e intensidad de fenómenos como Helene, vinculándolos directamente al cambio climático. A pesar de la evidencia, la población sigue subestimando la gravedad de la crisis climática. Esto se refleja en la falta de preparación ante desastres de esta magnitud, una realidad que ahora deja al descubierto la vulnerabilidad del país frente a eventos meteorológicos extremos.
El presidente Joe Biden ha asegurado que su administración brindará "todo el apoyo necesario" durante el tiempo que sea requerido para la recuperación. Las operaciones de rescate continúan, aunque enfrentan obstáculos significativos: cientos de carreteras siguen bloqueadas, más de dos millones de personas permanecen sin electricidad y las comunicaciones están gravemente afectadas.
El presidente Joe Biden ha asegurado que su administración brindará "todo el apoyo necesario" durante el tiempo que sea requerido para la recuperación. Además, el mandatario estadounidense ha prometido una visita a las áreas afectadas tan pronto como sea seguro, sin interferir con las labores de emergencia
Además, el mandatario estadounidense ha prometido una visita a las áreas afectadas tan pronto como sea seguro, sin interferir con las labores de emergencia.
Los candidatos presidenciales Kamala Harris y Donald Trump han manifestado su pesar por la tragedia. ha expresado sus condolencias al pueblo estadounidense por las pérdidas humanas y materiales.
Las críticas hacia la falta de preparación y respuesta efectiva no han tardado en llegar. El impacto de Helene expone no solo la urgencia de una estrategia nacional frente a desastres naturales, sino también la necesidad de que la sociedad en su conjunto tome conciencia de la crisis climática que enfrenta el planeta.
Mientras las zonas afectadas siguen en estado de emergencia, el resto del país observa, quizás con indiferencia, el caos que podría ser solo un presagio de eventos más devastadores en el futuro.
Helene no solo ha puesto de rodillas a un país, sino que también ha lanzado una advertencia clara: el cambio climático no es una amenaza futura, ya está aquí, y cada huracán, cada tormenta, trae consigo una nueva dosis de destrucción.