Más de 157 millones de días laborales se pierden anualmente
Santo Domingo.- La migraña, una afección neurológica debilitante, impacta gravemente la vida laboral de quienes la padecen. Se estima que cada año se pierden alrededor de 157 millones de días de trabajo a causa de este trastorno, afectando tanto a la productividad individual como al entorno laboral general. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la migraña es la sexta causa mundial de años perdidos por discapacidad, lo que evidencia su gran impacto a nivel global.
A pesar de ser considerada la tercera enfermedad más común del mundo, muchas personas subestiman sus efectos en la vida diaria. Este dolor palpitante, que puede ser moderado o intenso, a menudo afecta uno o ambos lados de la cabeza, incapacitando a quienes lo sufren y obligándolos a ausentarse del trabajo, estudios y otras actividades diarias.
El impacto en la productividad laboral
El estudio CALM, realizado en Centroamérica y el Caribe, arrojó que el 52.2% de los participantes con migraña reconocen que este trastorno ha afectado directamente su desempeño profesional. Además, el dolor de cabeza migrañoso puede alterar la capacidad de concentración, disminuir el rendimiento funcional, e incrementar el riesgo de accidentes laborales. Estas situaciones no solo afectan al trabajador, sino que también repercuten en los costos laborales y la eficiencia de las empresas.
La migraña también incrementa la conflictividad en el trabajo. Según el doctor Marcel Marcano, líder médico de Medicina Interna de Pfizer en Centroamérica y el Caribe, los dolores crónicos como los que produce la migraña suelen ser incomprendidos por compañeros o superiores, generando tensiones en el entorno laboral. “El dolor puede provocar una sensación de impotencia y frustración en el paciente, agravando su estado físico y mental”, señala Marcano.
Diagnóstico y tratamiento: un reto por superar
A pesar de su alta prevalencia, la migraña sigue siendo un trastorno mal diagnosticado y, a menudo, mal tratado. Según estudios recientes, hasta un 25% de las personas que padecen migraña nunca ha consultado a un médico sobre cómo tratarla de manera adecuada, y un 53% abandona los tratamientos prescritos. Esta falta de seguimiento adecuado provoca que muchos pacientes recurran a la automedicación, lo que a menudo desencadena efectos adversos, como la cronificación del dolor.
“El diagnóstico temprano es clave para un tratamiento exitoso”, enfatiza Marcano. Si bien no existe una cura definitiva para la migraña, el uso de medicamentos adecuados en combinación con cambios en el estilo de vida puede reducir la frecuencia e intensidad de los episodios. “Es crucial que los pacientes sigan las recomendaciones médicas y eviten automedicarse para evitar empeorar la situación”, advierte el especialista.
Migraña y salud mental: una relación preocupante
El impacto de la migraña va más allá del dolor físico. Diversos estudios han señalado una estrecha relación entre este trastorno y la depresión. La Sociedad Española de Neurología estima que hasta el 50% de las personas con migraña pueden desarrollar síntomas depresivos, y quienes padecen migraña tienen cinco veces más probabilidades de sufrir depresión en comparación con el resto de la población.
“El dolor crónico y la incomprensión del entorno pueden llevar al paciente a sentirse solo y desatendido, lo que contribuye al desarrollo de trastornos psicológicos como la depresión”, señala Marcano. Este impacto no solo afecta al paciente, sino también a su entorno familiar, laboral y social.
Recomendaciones para pacientes y empleadores
Para mitigar los efectos de la migraña en el entorno laboral, los expertos recomiendan realizar ajustes en el ambiente de trabajo. Eliminar luces brillantes, reducir el ruido y los olores fuertes, y ofrecer la posibilidad de teletrabajar son algunas medidas que pueden implementarse para evitar que los síntomas empeoren durante la jornada laboral.
Además, es fundamental que los pacientes mantengan una comunicación abierta con sus empleadores y compañeros de trabajo, explicando de manera clara y concisa en qué consiste su condición y cómo les afecta. “El apoyo de los colegas y superiores puede marcar una gran diferencia en la forma en que el paciente maneja sus crisis”, explica Marcano.
En cuanto a los familiares y amigos, la recomendación principal es informarse sobre la migraña y sus síntomas para poder ofrecer un apoyo adecuado. Comprender que la migraña es una enfermedad real y debilitante es el primer paso para ayudar a quienes la padecen.
Un desafío global de salud pública
La migraña es, sin duda, una enfermedad que afecta profundamente la calidad de vida de quienes la sufren, así como su desempeño profesional y social. Según la OMS, se trata de un trastorno de gran relevancia para la salud pública mundial, debido a la discapacidad y morbilidad que genera. La búsqueda de diagnósticos tempranos, tratamientos adecuados y la sensibilización del entorno son fundamentales para mejorar el bienestar de los pacientes y reducir el impacto laboral y social de esta condición.