Papa asume culpas de la Iglesia ante la crisis moral: los sacerdotes no son "los amos de los laicos"
Ante la mirada del mundo, siete cardenales se excusaron por diversas faltas cometidas por el clero, incluyendo abusos sexuales, encubrimientos, y la marginación de mujeres y pobres. Esto se produjo en una solemne ceremonia en la Basílica de San Pedro, en la que el Papa Francisco ha pedido "perdón" y ha manifestado su "vergüenza" por los pecados de la Iglesia, en la víspera del Sínodo Universal.
Con estos pronunciamientos, según el Papa, marca el inicio de un proceso de sanación que solo puede comenzar con la confesión sincera de los errores cometidos.
Fue frente a una Basílica de San Pedro llena de fieles, los siete cardenales tomaron la palabra para hacer una confesión pública, reconociendo los errores cometidos en diversas áreas de la vida eclesiástica.
Entre las confesiones más impactantes se encuentran las del cardenal Seán Patrick O’Malley, arzobispo emérito de Boston y Presidente de la Comisión para la Protección de Menores, quien pidió perdón por los abusos de conciencia, de poder y sexuales, así como por su encubrimiento dentro de la Iglesia. Estas palabras resonaron especialmente fuerte, dado el historial de escándalos sexuales que han sacudido a la institución.
El arzobispo de Bombay, cardenal Oswald Gracias, se ha disculpado por su falta de coraje en la búsqueda de la paz; el Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, Michael Czerny, por convertir la creación en un desierto; el Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Kevin Joseph Farrell, por no defender la dignidad de la mujer; el Arzobispo de Rabat, el español Cristóbal López Romero, por apartar la mirada de los pobres y embellecer los altares quitando el pan a los hambrientos;
También se expresó el Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández, por no proponer el Evangelio y, al contrario, dar justificación doctrinal a tratos inhumanos; y el arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, por poner obstáculos a la construcción de una Iglesia verdaderamente sinodal y convertir la autoridad en poder.
En su mensaje, el Papa Francisco enfatizó que fue él quien personalmente redactó las peticiones de perdón leídas por los cardenales, destacando la importancia de "llamar a los pecados por su nombre". Subrayó que la curación de las heridas de la Iglesia sólo puede comenzar con una confesión honesta de los errores y la reconciliación sincera con las víctimas de estos pecados. Según el Pontífice, la confianza rota en la Iglesia puede ser restaurada si se enfrenta de manera valiente la responsabilidad por estos fallos.
A lo largo de la ceremonia, el Papa también reflexionó sobre la necesidad de un liderazgo más humilde y pastoral en la Iglesia, subrayando que los sacerdotes no deben ser "amos" de los laicos, sino guías espirituales que caminen junto a ellos en la misión de la Iglesia. En su discurso, Francisco lanzó una crítica velada a aquellos líderes eclesiásticos que han abusado de su poder y se han distanciado de la gente común.
El Sínodo Universal, cuya segunda fase se llevará a cabo entre el 2 y el 27 de octubre, buscará precisamente fomentar una Iglesia más sinodal, donde la participación de todos los bautizados, no sólo de los clérigos, sea fundamental en la toma de decisiones. Este encuentro se presenta como una oportunidad para que la Iglesia Católica avance hacia un futuro más inclusivo y reconciliador.
El Papa defiende en un vídeo antes del inicio del Sínodo que los sacerdotes no son "los amos de los laicos"
El Papa ha querido recordar que "todos los cristianos" son responsables de la misión de la Iglesia y que, en este sentido, los sacerdotes no son "los amos de los laicos", como ha manifestado en un vídeo difundido antes del inicio del Sínodo.
A pocas horas de que empiece la segunda fase de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos, que justamente tendrá como objetivo involucrar a todos los bautizados en las decisiones eclesiales, el Pontífice ha advertido que los sacerdotes no son "los jefes de los laicos, sino sus pastores".
Así, en el vídeo de octubre en el que ha compartido sus intenciones de oración, Francisco ha sostenido sus palabras evocando la figura de Jesús, que "ha llamado a unos y a otros". "No a unos por encima de los otros, ni a unos por un lado y a otros por el otro, sino complementándonos", ha lamentado.
"Usted me puede preguntar "¿qué puedo hacer yo, conductor de autobús?, ¿yo, campesina?, ¿o yo, pescador?"", se ha preguntado el Papa. Y él mismo ha respondido: "Lo que tenemos que hacer todos: dar testimonio con nuestras vidas. Y corresponsabilizarnos de la misión De la Iglesia". Con datos de Europa Press