Teherán amenaza con un golpe demoledor si hay represalia de Israel que promete respuesta sí siguen "las agresiones"
El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, ha lanzado una advertencia explosiva: el ataque con misiles a Israel "demuestra que la Cúpula de Hierro es más débil que el cristal", indicando que el 90% de sus misiles impactaron en objetivos militares clave. Con la muerte de líderes clave de Hamás y Hezbolá como detonante, Irán asegura que su respuesta será aún más devastadora si Israel decide contraatacar.
Durante una tensa reunión con su gabinete, Pezeshkian calificó la intervención israelí en Gaza y Líbano como "una brutal expansión de crímenes que Irán no dejará impune". Para el mandatario, la muerte de Ismail Haniye y Hasán Nasralá fue un golpe intolerable a la soberanía iraní. Pezeshkian advirtió que Israel está jugando con fuego, insinuando una posible escalada militar si las provocaciones continúan.
En su discurso, Pezeshkian dejó claro que Irán no tiene miedo de una confrontación directa. "No buscamos una guerra, pero si nos provocan, responderemos con una fuerza mucho mayor. La dignidad de nuestro pueblo y nuestra nación no se negocia", sentenció, poniendo a la comunidad internacional en alerta máxima.
Las palabras del líder iraní son vistas como un mensaje no solo a Israel, sino también a las potencias occidentales que, según él, "ignoran las atrocidades cometidas por el régimen sionista", recoge Europa Press.
Israel admite llegadas de misiles
Israel, por su parte, confirmó que varias de sus bases fueron alcanzadas por misiles iraníes, aunque negó que los daños fueran de gravedad. Mantienen en secreto la tasa de interceptación de su sistema antimisiles para no dar ventajas a Irán y Hezbolá y les ayude a aprender lecciones.
Sin embargo, la Guardia Revolucionaria de Irán proclamó que el 90% de sus misiles impactaron en objetivos militares clave, un dato que pone en duda la efectividad de la defensa aérea israelí.
En Israel, la incertidumbre crece. Las fuerzas armadas israelíes se encuentran en estado de máxima alerta, preparándose para lo que podría ser un enfrentamiento sin precedentes en la región.
El general Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor israelí, ha prometido una respuesta "precisa y devastadora" contra Irán si continúan las agresiones. La calma antes de la tormenta parece inminente, con ambos lados reforzando sus defensas y acumulando armamento, mientras los ciudadanos temen lo peor.
La tensión en su punto más álgido
La tensión entre los dos países ha llegado a su punto más álgido, avivada por la invasión israelí de Líbano y el incesante conflicto en Gaza. El espectro de una guerra regional a gran escala se cierne sobre Oriente Medio, con ambos bandos prometiendo respuestas más feroces en los días venideros.
El cruce de declaraciones ha sacudido a la comunidad internacional, que observa con preocupación cómo las tensiones entre Irán e Israel podrían desatar un conflicto de proporciones catastróficas. Las Naciones Unidas han instado a ambas naciones a buscar una salida diplomática, pero las acciones militares recientes han erosionado la confianza en cualquier tipo de diálogo. Las posiciones de Teherán y Tel Aviv son cada vez más irreconciliables, y la posibilidad de un alto el fuego parece cada día más lejana.
Los últimos ataques y amenazas han consolidado el escenario de una guerra abierta en la región, que podría involucrar a múltiples actores, como Hezbolá, Hamás y las potencias regionales. Irán se presenta como el defensor de la resistencia contra Israel, mientras que Tel Aviv busca reafirmar su poderío militar ante lo que consideran un desafío a su existencia. Con el equilibrio de poder en juego, cualquier error estratégico podría desencadenar una crisis de alcance global.