Enfrentamientos con Hizbulá en Adaisseh y Maroun al-Ras
En un giro que ha intensificado las tensiones en la región, tropas israelíes cruzaron hoy miércoles la frontera libanesa, avanzando hacia los pueblos de Adaisseh y Maroun al-Ras en el sur del Líbano, según informó a la agencia Xinhua una fuente libanesa de seguridad.
El Ejército de Defensa de Israel (IDF) abrió una "puerta de acero" instalada en el muro de hormigón que delimita la frontera entre Israel y Líbano, avanzando aproximadamente 200 metros hacia la entrada oriental de Adaisseh. Esta operación, detallada por la fuente citada por Xinhua desde Beirut, marca una de las incursiones más significativas en la región en los últimos meses.
La fuente adicionalmente informó que una fuerza de infantería israelí compuesta por unos 15 efectivos cruzó la puerta, seguida de tres tanques Merkava, emblemáticos por su capacidad de combate y protección avanzada. Paralelamente, varios drones israelíes sobrevolaban el espacio aéreo, proporcionando vigilancia y apoyo táctico a las tropas terrestres.
Los tanques israelíes se estacionaron estratégicamente en la carretera que conecta los pueblos de Kafr Kila y Adaisseh, mientras que la infantería patrullaba a unos 300 metros del límite oriental de Adaisseh. Esta presencia militar se mantuvo durante aproximadamente una hora antes de que las fuerzas israelíes se retiraran, según la misma fuente de seguridad libanesa.
No obstante, la retirada de las tropas israelíes no disminuyó la tensión. Inmediatamente después de su avance, estallaron enfrentamientos entre combatientes de Hizbulá y las fuerzas israelíes que habían logrado introducirse en Maroun al-Ras. Hizbulá, a través de un comunicado emitido hoy al mediodía, confirmó que sus milicianos estaban combatiendo activamente a los soldados israelíes que ingresaron a Maroun al-Ras desde la zona este, resultando en numerosas bajas entre las tropas israelíes.
Este incidente se produce en un contexto de creciente volatilidad en la frontera israelí-libanesa, donde tanto Israel como Hizbulá han estado incrementando sus movimientos militares en las últimas semanas. Analistas señalan que esta incursión podría ser una respuesta a actividades previas de Hizbulá o una maniobra para reafirmar la presencia israelí en la región.
Las autoridades libanesas han expresado su preocupación por la escalada militar, instando a ambas partes a la calma y al diálogo para evitar un conflicto mayor. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención, temiendo que estos enfrentamientos puedan desencadenar una crisis más amplia en una región ya de por sí frágil.
Las repercusiones de esta incursión se sienten no solo en el ámbito militar, sino también en el político y social. Las poblaciones locales en Adaisseh y Maroun al-Ras enfrentan ahora una mayor inseguridad, con el temor de represalias y una posible prolongación del conflicto.
Además, este movimiento de Israel podría tener implicaciones en las relaciones internacionales, especialmente con países aliados y organizaciones que buscan mediar en el conflicto. La ONU y otras entidades han llamado a la moderación, subrayando la importancia de mantener la estabilidad en una región clave para la seguridad global.
En resumen, la incursión de tropas israelíes en el sur del Líbano ha reavivado las tensiones entre Israel y Hizbulá, con consecuencias potencialmente significativas para la seguridad regional. Mientras las fuerzas se enfrentan en Adaisseh y Maroun al-Ras, el mundo observa expectante, esperando que se evite una escalada mayor y se retome el camino hacia la paz y la estabilidad en el Medio Oriente.