El expresidente denuncia maniobras políticas tras nuevas acusaciones de abuso
Evo Morales, expresidente de Bolivia, ha vuelto a estar en el centro de la controversia al arremeter contra el ministro de Justicia, César Siles, acusándolo de revivir un caso cerrado de abuso de menores. En una enérgica rueda de prensa celebrada en Cochabamba, Morales, respaldado por sus seguidores, calificó estas nuevas acciones legales como parte de una campaña de persecución política.
"¿Qué clase de justicia tenemos?", cuestionó Morales, al recordar que este supuesto caso ya fue investigado en 2020 durante el gobierno interino de Jeanine Áñez sin que se encontraran pruebas. "Ya fui investigado, ya se demostró que no hubo nada", insistió, mostrando documentos que, según él, prueban su inocencia.
Guerra interna en el MAS
Este nuevo episodio no solo reabre viejas heridas, sino que también intensifica la guerra interna en el Movimiento al Socialismo (MAS). Morales y el presidente Luis Arce han estado en una lucha de poder desde hace años, y este nuevo ataque judicial parece, para el expresidente, una maniobra más en su contra.
La controversia estalló cuando se reveló que existió por unas horas una orden de detención contra Morales por un supuesto delito de abuso y trata de menores, la cual fue cancelada entre sospechas de presiones políticas.
La exfiscal de Tarija, Sandra Gutiérrez, denunció que el fiscal general Juan Lanchipa había interferido para proteger a Morales, un acto que suma combustible a la polémica.
Gobierno niega uso político del caso
Mientras tanto, el presidente Arce ha solicitado una investigación reservada, subrayando que su gobierno no utilizará este asunto con fines políticos. Sin embargo, Morales insiste en que todo esto no es más que una "mentira" y que su lucha contra el gobierno continúa, especialmente después de haber encabezado una marcha masiva hasta La Paz exigiendo la renuncia de Arce.
Con el Ministerio de Justicia sumándose a la acusación, el conflicto sigue escalando. Para Morales, este es otro capítulo más en una larga saga de persecución legal y política, mientras que sus opositores dentro y fuera del MAS creen que la verdad finalmente está saliendo a la luz. Con datos de Europa Press