Arambilet advierte sobre impacto en cultura y economía nacional
Santo Domingo, República Dominicana. La industria cinematográfica dominicana se encuentra en estado de alerta máxima tras la propuesta de reforma fiscal 2024 presentada por el Ministerio de Hacienda. La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la República Dominicana (ACCINE RD), bajo la presidencia del reconocido escritor y cineasta Luis Arambilet, ha expresado su rotundo desacuerdo con esta iniciativa que, según ellos, podría desmantelar la Ley 108-10 para el Fomento de la Actividad Cinematográfica.
Un golpe al corazón de la cultura nacional.
Desde su implementación, la Ley 108-10 ha sido un pilar fundamental en el desarrollo de la industria cinematográfica en el país. Ha atraído inversión extranjera, fomentado coproducciones nacionales y generado millas de empleos en áreas técnicas y creativas. Sin embargo, la propuesta de reforma fiscal busca derogar varios numerales y artículos clave de esta ley, lo que para Arambilet es "inconsulta e indignante".
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"El cine y el audiovisual son parte esencial de la riqueza cultural moderna de los pueblos", afirmó el presidente de ACCINE RD. "Eliminar los incentivos establecidos afectaría directamente la llegada de inversión extranjera y la coproducción nacional, elementos clave para el crecimiento económico y la generación de empleo en el sector".
Paralelismos preocupantes con otros países
Arambilet comparó esta propuesta con políticas implementadas en otras naciones de Iberoamérica, donde la minimización del valor de los activos culturales ha tenido consecuencias nefastas. "Estas medidas han afectado gravemente el desarrollo socioeconómico de los sectores que dependen de la cultura, incrementando el desempleo y profundizando la pobreza tanto material como cultural", señaló.
La tendencia a reducir el gasto público sin discriminación ha dejado desprotegidas áreas esenciales como la cultura, la salud y la educación. "No podemos permitir que la República Dominicana siga ese camino", enfatizó.
Consecuencias económicas y sociales
La derogación de los incentivos fiscales no solo impactaría a los profesionales del cine, sino también a las empresas de producción y servicios que han operado durante más de una década. "La reforma no contempla las pérdidas masivas de empleos que se generarían, especialmente en áreas técnicas y creativas", advirtió Arambilet. "Además, se ignora el valor que una industria regulada aporta al fisco dominicano a través de los impuestos generados por las producciones".
La eliminación de estos incentivos podría redirigir las inversiones extranjeras a otros países de la región que han adoptado medidas favorables para la industria cinematográfica, en detrimento del progreso económico y cultural de la República Dominicana.
Preguntas que exigen respuestas
Ante esta situación, la Academia plantea interrogantes urgentes que deben ser atendidas antes de que el Congreso Nacional tome una decisión definitiva. "¿Dónde están los informes sobre los beneficios de la Ley de Cine promovidos por el mismo Estado? ¿Qué pasará con los profesionales del sector que ahora se verán sin trabajo?", cuestionó Arambilet.
También resaltó que la implementación de esta reforma podría provocar una fuga de inversiones y talentos hacia otros países, debilitando aún más el sector cultural nacional. "Estamos en riesgo de perder todo lo que hemos construido en la última década", alertó.
Un llamado al diálogo y la reflexión
ACCINE RD hace un llamado al diálogo entre el Estado y los actores clave de la industria cinematográfica. "Una reforma que afecta a todo un sector productivo debe considerar todos los ángulos, escuchar todas las voces y sopesar los argumentos antes de eliminar el trabajo de años y compromisos internacionales adquiridos", subrayó Arambilet.
Advirtió que la propuesta debe ser reevaluada con responsabilidad para evitar condenar a las nuevas generaciones de profesionales que ven en la industria cinematográfica una vía de desarrollo personal y profesional. "No podemos truncar el futuro de una industria que aún está en crecimiento y tiene la capacidad de colaborar estrechamente con el Estado para alcanzar objetivos comunes", concluyó.
El futuro del cine dominicano en juego.
La comunidad cinematográfica y cultural del país espera que el Gobierno reconsidere esta propuesta y abra espacios para un diálogo constructivo. El cine dominicano no es solo una fuente de entretenimiento; es una expresión de nuestra identidad nacional, una herramienta de desarrollo económico y un puente que nos conecta con el mundo.
Para entender más sobre el impacto de la Ley 108-10 en la industria cinematográfica, puede visitar el sitio web de la Dirección General de Cine (DGCINE). Allí encontrará informes detallados y estadísticas que evidencian los logros alcanzados gracias a este marco legal.
Una decisión que marcará la historia.
La decisión que tomó el Congreso Nacional no solo afectará al sector cinematográfico, sino también al tejido cultural y económico de la República Dominicana. Es momento de que todas las partes involucradas trabajen juntas para encontrar soluciones que beneficien al país en su conjunto.