Shigeru Ishiba busca validar su liderazgo en medio de controversias internas
Este miércoles, el nuevo primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, anunció la disolución de la Cámara de Representantes del país, preparando el terreno para elecciones anticipadas programadas para el 27 de octubre. Esta decisión sigue a la dimisión de su predecesor, Fumio Kishida, en agosto.
Ishiba considera estas elecciones una oportunidad para revalidar su mandato y someter al Partido Liberal Democrático (PLD), la formación que lidera, a una prueba de liderazgo, especialmente tras haber enfrentado escándalos y tensiones internas.
La disolución del Parlamento se lleva a cabo apenas ocho días después de que Ishiba asumiera el cargo y formara su Gabinete, marcando el proceso más rápido de disolución en la historia reciente de Japón.
La campaña electoral comenzará el 15 de octubre, según la agencia de noticias Kiodo, que recoge Europa Press.
La Constitución japonesa otorga a los primeros ministros el poder de disolver la Cámara a su discreción. Ishiba declaró en un debate con los líderes de la oposición: "He decidido disolver la Cámara para enfrentarme al juicio directo de la opinión pública porque es fundamental que sigamos dirigiendo el Gobierno para proteger a Japón y a su pueblo".
Critica opositora
Sin embargo, Yoshihiko Noda, ex primer ministro y líder del opositor Partido Constitucional Democrático de Japón, criticó a Ishiba por intentar desviar la atención de la cuestión del "dinero secreto" en el partido, refiriéndose a la falta de transparencia en las finanzas de los miembros del PLD.
"Usted está disolviendo la Cámara antes de tiempo pensando que el PLD puede asegurarse una victoria durante el periodo de luna de miel", subrayó Noda.
El primer ministro saliente, Fumio Kishida, quien ocupó el cargo durante tres años, renunció tras experimentar niveles de aprobación extremadamente bajos, en gran parte debido a una serie de escándalos de financiamiento que involucraron a varios altos funcionarios de su gobierno.