Eliminación de Ley de Cine amenaza sueños y carreras
Santo Domingo, 11 de octubre de 2024 – La reciente propuesta del gobierno dominicano de eliminar los incentivos fiscales a la industria cinematográfica ha sembrado incertidumbre y desilusión entre los estudiantes de cine del país.
La Ley de Cine, que durante años ha sido un pilar fundamental para el crecimiento del sector, no solo ha impulsado grandes producciones, sino que también ha brindado oportunidades a jóvenes talentos que aspiran a enriquecer la cultura y economía nacional a través del séptimo arte.
Voces de la industria alertan sobre el impacto
Francis Disla, conocido en el medio como “El Indio” y CEO de La Aldea Estudio, expresó su preocupación ante la medida. “La eliminación de la Ley de Cine no solo afecta a las grandes producciones, sino que también pone en riesgo la formación de las futuras generaciones de cineastas.
Los jóvenes dependen de este apoyo para materializar sus ideas y sueños”, afirmó. Disla, quien ha dedicado gran parte de su carrera a la producción de contenido educativo y al desarrollo de nuevos talentos, agregó que esta decisión “reduce las oportunidades para que los estudiantes y profesionales emergentes del cine puedan crecer en un entorno competitivo”.
Por su parte, Cándido Encarnación, psicólogo social y productor de Sinergia Films, subrayó las repercusiones que esta medida tendría en los aspirantes a cineastas.
“La eliminación de los incentivos de la Ley de Cine no solo pone en peligro la industria cinematográfica en su conjunto, sino que también arruina las oportunidades de miles de jóvenes que han invertido años de esfuerzo y formación, esperando un futuro estable en esta carrera”, señaló.
Encarnación enfatizó que la falta de incentivos crea un vacío que puede desalentar a los jóvenes a seguir su camino en el cine. “Es devastador para quienes hemos dedicado tanto tiempo y recursos a la formación de estos jóvenes”, concluyó.
Estudiantes en la encrucijada
Los estudiantes de cine, tanto los próximos a graduarse como los que recién inician su formación, se sienten profundamente afectados. Jasmine Ferreras, de 20 años y estudiante de la Universidad APEC, compartió su situación personal: “Mis padres inicialmente no querían que estudiara cine; fue una lucha conseguir su apoyo. Ahora, con esta situación, están desalentados.
Aunque mi madre me anima a continuar, sé que en el fondo piensan que debería buscar otra alternativa. Si en este país hubiera una visión clara sobre el futuro del cine, ni siquiera tendríamos que debatir si vale la pena estudiar esta carrera”.
Edgar Pérez, estudiante del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), hizo un llamado directo al presidente Luis Abinader: “Le pido al señor presidente que no nos deje sin futuro. Hemos invertido años de estudio y esfuerzo, y la eliminación de la Ley de Cine pondrá en riesgo nuestras oportunidades. Necesitamos su ayuda para seguir adelante y contribuir al desarrollo cultural del país”.
Desde la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Delaine Gneco, estudiante de término, expresó su preocupación por el porvenir: “Pienso que no habrá futuro cuando termine la universidad, y eso me asusta. Muchos de mis compañeros están pensando en abandonar la carrera. Aunque yo seguiré porque esto es lo que me apasiona, entiendo su inquietud. Nos están robando el sueño antes de que tengamos la oportunidad de demostrar lo que podemos hacer”.
El futuro del cine dominicano en juego
La Ley de Cine ha sido esencial para posicionar a República Dominicana como un destino atractivo para producciones internacionales, generando empleos, atrayendo inversión extranjera y fortaleciendo la identidad cultural del país. Sin embargo, la posible eliminación de esta ley crea una incertidumbre que afecta gravemente a los jóvenes que están a punto de iniciar sus carreras en la industria cinematográfica.
“Es importante entender que el cine no es solo entretenimiento. Es una industria que forma profesionales, genera empleo y, sobre todo, transmite nuestra cultura al mundo”, destacó Francis Disla. “Si eliminamos este apoyo, estamos condenando a una generación de cineastas a un futuro incierto”.
Cándido Encarnación añadió que el daño psicológico que esta medida puede causar en los jóvenes es considerable: “Están perdiendo la esperanza en una carrera que les apasiona, lo que puede tener repercusiones profundas en su bienestar emocional y profesional”.
Actualmente, más de 800 estudiantes de cine se han graduado recientemente, mientras que 1,200 jóvenes continúan sus estudios en instituciones como la UASD, APEC, INTEC, PCUMM, Chavón y UNIBE. La eliminación de la Ley de Cine cerraría las puertas a estos estudiantes y truncaría sus sueños de construir un futuro en el arte, la cultura y la economía del país.
Un llamado a la reflexión
La comunidad cinematográfica y educativa del país hace un llamado al gobierno para reconsiderar la propuesta y evaluar el impacto que tendría no solo en la industria, sino también en las vidas y aspiraciones de miles de jóvenes dominicanos.
El cine, más que una expresión artística, es un motor de desarrollo y una ventana al mundo que muestra la riqueza cultural de República Dominicana.