Escalamiento de tensiones tras amenazas de ambos gobiernos.
Seúl, Corea del Sur — En un contexto de creciente tensión entre Corea del Norte y Corea del Sur, el régimen norcoreano ha anunciado el despliegue de unidades de artillería en la frontera sur, una medida que refleja la escalada de la retórica y los gestos de agresión entre ambas naciones. Este anuncio se produce en medio de advertencias del gobierno surcoreano sobre las graves consecuencias que enfrentaría el régimen de Kim Jong Un si se atreviera a amenazar la seguridad de su población.
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur ha emitido una clara advertencia a Pyongyang, afirmando que “su régimen llegará a su fin” si causa algún daño a los surcoreanos. Esta declaración se realizó en respuesta a las amenazas de Corea del Norte, que había denunciado la presencia de drones surcoreanos lanzando propaganda en su territorio, lo que la hermana del líder norcoreano, Kim Yo Jong, calificó de provocación y advirtió que podría resultar en un “desastre horrible”.
“Las declaraciones de Kim Yo Jong son un reflejo del hipócrita comportamiento del Norte”, apuntó el Ministerio de Defensa surcoreano, condenando las tácticas de provocación norcoreanas, incluyendo el uso de globos con propaganda. A pesar de las acusaciones de Pyongyang, el ministro de Defensa surcoreano, Kim Yong Hyun, negó cualquier implicación en la actividad de los drones, aunque el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas no pudo confirmar ni desmentir las acusaciones.
Kim Yo Jong ha respondido a la negativa surcoreana, insinuando que el ejército surcoreano es consciente de su responsabilidad en el incidente al no desmentirlo ni confirmarlo. Este intercambio de acusaciones y amenazas intensifica el clima de tensión que rodea a la península coreana.
En una entrevista con la televisión pública surcoreana KBS, el asesor de Seguridad Nacional, Shin Won Sik, subrayó que Corea del Norte no iniciará una guerra a menos que esté dispuesta a “suicidarse”. Destacó que Kim Jong Un debería temer el poder militar surcoreano, que tiene “más que perder”. Shin enfatizó que la posibilidad de conflicto siempre ha estado presente desde la Guerra de Corea, pero que la decisión de iniciar una guerra depende de la disposición y voluntad de Corea del Sur de actuar.
Para garantizar la seguridad, Shin defendió la necesidad de una respuesta inmediata a cualquier provocación norcoreana y destacó la fortaleza de la alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos. “La alianza es robusta y Corea del Sur es una nación avanzada”, afirmó, reafirmando el compromiso de Seúl con su estrategia de defensa.
El asesor también mencionó la “inusual sobrerreacción” de Corea del Norte desde la presentación del misil balístico surcoreano Hyunmoo-5 el pasado 1 de octubre. Este misil, descrito como diez veces más poderoso que la bomba antibúnker que mató a un líder de Hezbolá, representa una nueva capacidad militar que, según Shin, debería intimidar a Kim Jong Un.
Este creciente conflicto y la escalada de la retórica entre ambas Coreas resaltan la fragilidad de la paz en la península coreana y plantean serias preocupaciones sobre las intenciones futuras del régimen norcoreano y la respuesta de su vecino del sur. La comunidad internacional observa con atención, esperando que prevalezca la diplomacia sobre la confrontación.