Más de 2.300 muertos y 10.700 heridos desde el 8 de octubre.
BEIRUT.- El Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud de Líbano ha reportado un incremento alarmante en las víctimas de los recientes bombardeos del Ejército de Israel, con 51 muertos y 174 heridos en las últimas 24 horas.
Desde el 8 de octubre de 2023, el total de fallecidos ha superado los 2.300, mientras que el número de heridos se acerca a los 10.700, en el contexto de una agresiva ofensiva israelí dirigida, según las autoridades, contra el partido-milicia chií Hezbolá.
Las regiones más afectadas por esta escalada de violencia han sido la gobernación de Monte de Líbano, donde se registraron 22 muertes y 33 heridos, y la del Sur, con 14 fallecimientos y 63 heridos.
Nabatié también ha sufrido duramente, con diez muertos y 50 heridos. Adicionalmente, en la gobernación de Beká se han contabilizado tres muertos y once heridos, mientras que en el Norte se reportaron dos fallecidos y cuatro heridos, junto con trece heridos en Baalbek-Hermel.
Esta información fue divulgada a través de un comunicado publicado en la red social X por el ministerio de Salud.
La escalada de hostilidades por parte del Ejército israelí comenzó a finales de septiembre, con una nueva invasión a Líbano que incluyó intensos bombardeos y ataques aéreos.
En esta fase de la ofensiva, se realizaron explosiones coordinadas de miles de dispositivos de comunicación, lo que generó una devastación aún mayor en el territorio libanés.
Este ataque ocurre después de más de once meses de enfrentamientos continuos entre las fuerzas israelíes y Hezbolá.
El reciente aumento de la violencia se inscribe en un contexto más amplio de tensiones regionales. Desde hace casi un año, las hostilidades se intensificaron después de que Hezbolá atacara territorio israelí, en represalia por los ataques realizados el 7 de octubre de 2023 por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.
Esta cadena de agresiones ha llevado a Israel a desatar una ofensiva cruenta no solo contra Gaza, sino también en el sur de Líbano, provocando una crisis humanitaria sin precedentes en la región.
Las cifras de muertes y heridos en Líbano son un recordatorio sombrío de las consecuencias devastadoras de este conflicto prolongado. A medida que la comunidad internacional observa con preocupación, las autoridades libanesas han hecho un llamado a la paz y a la protección de los civiles atrapados en esta violenta confrontación. La situación en el país es crítica, y las necesidades humanitarias son urgentes.
Los ciudadanos libaneses enfrentan una vida de incertidumbre y miedo, con muchas familias desplazadas y comunidades enteras destruidas.
El Gobierno y las organizaciones humanitarias están luchando para proporcionar ayuda a los afectados, pero la magnitud de la crisis es abrumadora. En medio de este caos, la población civil continúa sufriendo las consecuencias de un conflicto que parece no tener fin.
La comunidad internacional, incluida la ONU, ha instado a ambos lados a cesar la violencia y a buscar soluciones diplomáticas para evitar más pérdidas humanas.
Sin embargo, el camino hacia la paz es incierto, y los libaneses siguen enfrentando la amenaza constante de la guerra y la destrucción.