El impacto de tensiones geopolíticas e inflación afecta el crecimiento global
MADRID.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha emitido una advertencia contundente: la incertidumbre sobre el entorno macroeconómico global es ahora mayor que antes de la pandemia. Esta inestabilidad, exacerbada por las tensiones geopolíticas y la crisis inflacionaria, está provocando profundas ramificaciones para la estabilidad macroeconómica mundial.
En su informe del martes, titulado ‘Capítulo 2’, el FMI señaló que “una elevada incertidumbre macroeconómica puede afectar gravemente la estabilidad macrofinanciera, al incrementar los riesgos a la baja del mercado, retrasar decisiones clave de consumo e inversión y reducir la oferta de crédito”. Este análisis pone de relieve el impacto que estas incertidumbres tienen en las economías, tanto avanzadas como emergentes.
Reducción del PIB y vulnerabilidad financiera
El FMI cuantificó en hasta 1,2 puntos porcentuales la posible reducción del PIB a un año vista, en economías avanzadas y emergentes, debido a un nivel de incertidumbre similar al experimentado durante la crisis financiera global de 2007-2008. La institución subrayó que los indicadores económicos actuales “podrían no medir completamente” la magnitud de esta inestabilidad, particularmente en sistemas financieros menos desarrollados.
La organización destacó que esta situación podría ser más grave en aquellas economías con sectores público y privado excesivamente apalancados. “La incertidumbre amplifica las vulnerabilidades macrofinancieras preexistentes, lo que pone en riesgo las perspectivas futuras de crecimiento”, advirtió el organismo liderado por Kristalina Georgieva.
Impacto global y desconexión macroeconómica
El FMI señaló que la incertidumbre macroeconómica no se limita a las fronteras nacionales. A través de las interconexiones comerciales y financieras globales, los efectos de esta incertidumbre pueden traspasar fronteras, aumentando la posibilidad de contagio ante perturbaciones económicas adversas en mercados extranjeros. “La relajación de las condiciones financieras en un entorno de elevada incertidumbre puede agravar los riesgos a la baja del PIB futuro”, subrayó el informe.
Este fenómeno, denominado ‘desconexión macroeconómica’, se refiere a periodos de baja volatilidad en los mercados financieros que no reflejan el verdadero nivel de riesgo, lo que puede inducir a un falso sentido de seguridad. Sin embargo, el FMI destacó que una respuesta adecuada de las políticas macroprudenciales puede mitigar estos riesgos, ayudando a proteger la estabilidad económica a largo plazo.
Recomendaciones del FMI para reducir la incertidumbre
En su informe, el FMI presentó varias recomendaciones para que los países reduzcan la incertidumbre macroeconómica y refuercen la estabilidad financiera. Entre las principales sugerencias se encuentra el fortalecimiento de la credibilidad y transparencia de las políticas monetarias, fiscales y financieras. “La implementación de políticas fiscales y macroprudenciales adecuadas es esencial para contener las vulnerabilidades y ser resilientes frente a los ‘shocks’ económicos”, puntualizó el organismo.
Además, el FMI recomendó la construcción de un ‘colchón’ anticrisis mediante la acumulación de reservas, así como mantener una flexibilidad en la tasa de cambio de divisas para enfrentar posibles efectos de contagio provenientes de mercados extranjeros.
La geopolítica como factor de inestabilidad
El informe también hace un llamado a los gobiernos para que gestionen el impacto de los crecientes riesgos geopolíticos sobre la estabilidad macroeconómica. Según el FMI, estos riesgos han añadido un nuevo nivel de incertidumbre, que afecta tanto a la confianza de los mercados como a las perspectivas de crecimiento económico global.
“Es fundamental que las políticas se adapten a un entorno geopolítico cambiante, mediante la cuantificación, gestión y mitigación de los riesgos que presentan estos factores”, subrayó el organismo. El FMI concluyó que la cooperación internacional será clave para mitigar estos riesgos, y recomendó una mayor coordinación entre los bancos centrales y las instituciones financieras globales.
Con estas advertencias y recomendaciones, el FMI busca alertar a los gobiernos y las instituciones financieras sobre la importancia de actuar de manera preventiva frente a la creciente incertidumbre.