El destacado intelectual fue galardonado con múltiples premios nacionales
Santo Domingo.- Este miércoles, la República Dominicana perdió a uno de sus más grandes exponentes del periodismo y la literatura: Federico Henríquez Gratereaux. El renombrado intelectual, ganador del Premio Nacional de Literatura y el Premio Nacional de Ensayo, falleció tras enfrentar problemas de salud en las últimas semanas.
Nacido en Santo Domingo el 9 de septiembre de 1937, Henríquez Gratereaux dejó un legado imborrable en las letras y el periodismo dominicano. Además de los galardones mencionados, recibió el Premio Caonabo de Oro y la Medalla al Mérito Cultural, otorgada por el Ateneo Amantes de la Luz.
Una vida dedicada al periodismo y las instituciones
Durante su carrera, desempeñó cargos relevantes en diversos medios de comunicación y ocupó importantes funciones en la administración pública. Fue director del desaparecido diario El Siglo y administrador general del Listín Diario en 1963. Su huella también perdura en el periódico Hoy, donde ejerció como columnista hasta sus últimos años.
Henríquez Gratereaux fue miembro de la Academia Dominicana de la Lengua, institución que preserva su legado y publica su biografía oficial. Además, se destacó como secretario ejecutivo de la Liga de Asociaciones y Préstamos (1976-1978), director de Relaciones Públicas de la Presidencia (1978-1982) y secretario de Estado sin cartera. Asimismo, dirigió las relaciones públicas de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).
Obras que trascienden el tiempo
El prolífico escritor nos deja un extenso repertorio literario, entre el que destacan obras como La feria de las ideas, Peña Batlle y la dominicanidad, Un antillano en Israel, Negros de mentira y blancos de verdad, y La guerra civil en el corazón. Sus textos, marcados por la agudeza y la reflexión, abordan tanto la historia dominicana como temas globales de interés cultural y social.
Entre los numerosos reconocimientos que acumuló a lo largo de su trayectoria, destacan el Premio Nacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña en 1979, el Premio Caonabo de Oro en 2001 y la Medalla al Mérito Cultural en 2010.
El legado de Federico Henríquez Gratereaux perdura como ejemplo de excelencia intelectual y compromiso con la cultura nacional, inspirando a futuras generaciones de periodistas y escritores en la República Dominicana y más allá.