Comunica a la comunidad internacional su rechazo a acusaciones.
Santo Domingo de Guzmán, República Dominicana.- En respuesta a las recurrentes acusaciones de las autoridades haitianas sobre la repatriación de inmigrantes indocumentados y supuestos actos de racismo de Estado, el Gobierno dominicano ha decidido reafirmar su postura ante la comunidad internacional.
A través de una nota diplomática, el Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX) ha enfatizado que las políticas migratorias dominicanas no fomentan la xenofobia ni el maltrato hacia personas de cualquier nacionalidad.
El MIREX, en su comunicación dirigida al cuerpo diplomático acreditado en el país, detalló que este documento, titulado “Posición dominicana sobre asuntos esenciales de las relaciones con Haití incluyendo la migración”, fue enviado también a misiones diplomáticas dominicanas en el extranjero para que informen a los gobiernos y organismos internacionales pertinentes.
Esta acción se realizó para contrarrestar la imagen que las autoridades haitianas han tratado de proyectar sobre la situación migratoria en la República Dominicana.
El Gobierno dominicano se ha mostrado firme en su compromiso de respetar y proteger los derechos humanos, tanto a nivel nacional como internacional.
En su comunicado, el MIREX recalcó que, lejos de discriminar, su política se orienta hacia la promoción de una migración ordenada y responsable.
El informe también subraya que el flujo migratorio desde Haití hacia República Dominicana no es un fenómeno nuevo, sino que se remonta a la década de 1980, y ha ido en aumento a lo largo de los años. En este contexto, se recuerda que en 1999 ambos países firmaron un Protocolo de Entendimiento sobre Mecanismos de Repatriación, en el que Haití reconoció el derecho de República Dominicana a repatriar a sus nacionales indocumentados.
En este sentido, la Cancillería dominicana ha invitado a la comunidad internacional a investigar si el Gobierno haitiano ha cumplido con sus compromisos, como establecer controles migratorios a lo largo de la frontera y proveer a sus ciudadanos de documentación adecuada.
Desde la llegada de Luis Abinader a la presidencia, el enfoque del Gobierno dominicano ha sido implementar una política de Buena Vecindad, centrada en el diálogo y el respeto mutuo. Sin embargo, el MIREX lamenta que, en vez de trabajar en conjunto para abordar las crisis que afectan a Haití, las autoridades haitianas se enfoquen en criticar las acciones del Gobierno dominicano.
Uno de los puntos más críticos del comunicado es la afirmación de que la inmigración irregular genera una presión insostenible sobre los servicios públicos, especialmente en áreas como la salud y la educación, que son ofrecidos de manera gratuita a la población dominicana. Este contexto resalta la necesidad urgente de una gobernanza migratoria más efectiva y de apoyo internacional para enfrentar los desafíos que presenta la migración desde Haití.
Finalmente, el MIREX reafirmó su disposición al diálogo con Haití, con la esperanza de que un enfoque colaborativo beneficie a ambas naciones. A medida que la situación se complica, la comunidad internacional observa con atención cómo República Dominicana maneja este delicado equilibrio entre la cooperación y la defensa de su soberanía.