Los decesos caen por sexto mes consecutivo, aunque persisten desigualdades
Miami.-Las muertes por sobredosis de drogas han continuado en descenso en Estados Unidos, con una reducción del 12.7% en los últimos meses, según informaron este viernes los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Este logro marca la mayor caída registrada hasta la fecha en este tipo de mortalidad, y consolida una tendencia a la baja que se ha mantenido durante seis meses consecutivos.
La disminución es aún más notable en comparación con las cifras reportadas el mes pasado, cuando se registró una reducción del 10.6% en los fallecimientos por el uso de drogas ilícitas.
Las autoridades de la Casa Blanca celebraron esta tendencia, subrayando que representa un cambio crucial en la lucha contra las sobredosis, particularmente frente a la crisis desatada por el fentanilo en años recientes.
El descenso actual contrasta drásticamente con el incremento devastador de muertes por sobredosis observado entre 2020 y 2023, cuando decenas de miles de personas perdieron la vida a causa de opioides potentes como el fentanilo, así como metanfetaminas y otras sustancias.
Este logro marca la mayor caída registrada hasta la fecha en este tipo de mortalidad, y consolida una tendencia a la baja que se ha mantenido durante seis meses consecutivos.
Si esta tendencia se mantiene, 2024 podría ser el primer año desde 2020 en el que las cifras de muertes por sobredosis caigan por debajo de las 100,000.
A pesar de esta alentadora mejora a nivel nacional, los expertos advierten que no todas las comunidades están experimentando los mismos avances. Chrissie Juliano, directora de la Big Cities Health Coalition, subrayó que las poblaciones afroamericanas y nativas americanas, en particular, continúan siendo las más afectadas.
Factores como la pobreza, la falta de acceso a la atención médica adecuada y la desigualdad racial siguen siendo barreras que dificultan la recuperación en estas comunidades.
Este contraste entre las cifras generales y la situación en grupos específicos refleja las disparidades en salud pública que aún persisten en el país.
Si bien los datos recientes brindan esperanza, los especialistas coinciden en que es necesario continuar implementando políticas que aborden estas desigualdades para que la tendencia a la baja beneficie a todos los sectores de la población estadounidense por igual.