Sus políticas no traerán grandeza, solo caos económico mundial
Las últimas propuestas arancelarias de Donald Trump son una bomba de tiempo para la economía global, y lejos de devolverle el esplendor a Estados Unidos, podrían provocar un desastre económico de proporciones históricas afirma Nigel Green, CEO de deVere Group
Donald Trump, ex presidente y aspirante republicano a la Casa Blanca, planea imponer aranceles de entre el 10% y el 20% a todas las importaciones, incluidos los productos europeos, y hasta un abrumador 60% sobre las importaciones chinas.
Dichas medidas han desatado advertencias severas desde las esferas económicas, incluidas las del CEO de deVere Group, Nigel Green, quien no dudó en catalogarlas como un "camino directo hacia la devastación".
Aranceles: el veneno económico que destruirá empleos y empresas
Según Green, los aranceles de Trump no solo son una estrategia condenada al fracaso, sino que podrían dejar cicatrices imborrables en las economías de Estados Unidos y el mundo. “Esta idea de que los aranceles llevarán a la autosuficiencia es un espejismo peligroso”, afirmó.
En lugar de generar crecimiento y empleos, los aranceles inflarán los costos de bienes esenciales para los consumidores y las empresas estadounidenses. ¿El resultado? Precios exorbitantes, una inflación incontrolable y un golpe brutal al bolsillo de millones de familias, añadió, Nigel Green en un documento enviado a DiariodDgitalRD.
Lejos de revitalizar la industria local, los aranceles aumentarán los costos de producción para sectores clave como el automotriz y la tecnología, empujando a las empresas al borde del colapso. Esto no es crecimiento, es destrucción masiva: fábricas cerrando, despidos masivos, y una industria estadounidense incapaz de competir ni dentro ni fuera de sus fronteras.
Una guerra comercial global: la pesadilla en ciernes
Los aranceles colosales que Trump pretende imponer a China desencadenarán una reacción en cadena con consecuencias catastróficas. China y otros gigantes comerciales no se quedarán quietos, y la respuesta será una ola de represalias arancelarias que podría hundir a la economía mundial en una guerra comercial de dimensiones sin precedentes.
Y como bien lo advirtió Green: “Las guerras comerciales no tienen ganadores. Solo traen precios más altos, un crecimiento económico ralentizado y caos en los mercados internacionales”.
Sectores cruciales para Estados Unidos, como la agricultura, que dependen en gran medida de las exportaciones, serán golpeados sin piedad. Mientras los mercados extranjeros cierran sus puertas a los productos estadounidenses, las empresas no tendrán más remedio que enfrentar pérdidas devastadoras, arrastrando consigo a la economía global.
El futuro económico en juego: recesión y estancamiento global
Las consecuencias de esta política catastrófica no se limitarán al corto plazo. Una guerra comercial global podría dejar al mundo sumido en una recesión prolongada, caracterizada por una caída en la productividad, una disminución de la innovación y un crecimiento paralizado durante años.
Los mercados emergentes, que dependen de los flujos comerciales internacionales, verán cómo sus oportunidades de desarrollo se desmoronan. Incluso las economías avanzadas, incluida la de Estados Unidos, sufrirán las consecuencias del colapso de las cadenas de suministro y el aislamiento económico.
Nigel Green concluye con una advertencia aterradora pero clara: "Lejos de hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande, estos aranceles están destinados a hundir a las empresas estadounidenses, golpear a los consumidores y fracturar el sistema económico mundial".
El mundo se enfrenta a una tormenta económica de proporciones apocalípticas, y lo que está en juego no es solo la "grandeza" de una nación, sino el destino del comercio y la estabilidad económica global. Máhttps://www.livio.com/directorio/medios-de-comunicacion/periodicos/diario-digital-rd-389/s noticias en DiarioDigitalRD.